Gracias por compartir. Comparto la misma experiencia con mi abuela y es duro ver como su memoria se fue deteriorando a través de sus últimos años, pero le hemos brindado todo el amor y el cuidado que se ha merecido.

Es cierto que es muuuuy difícil tener la paciencia de tratar a los mayores de edad que empiezan a comportarse más estresantes, como si fueran niños, no es culpa de ellos y tampoco somos capaces de entenderlo al 100% pero sí hay que llenarse de valor para poder sobrellevar eso hasta que descanse. Gracias a Dios las mortalidades a través de éste síndrome son de las más pacíficas y menos dolorosas que existen, mi abuela descansó en su cama recién habiendo hecho su actividad diaria y eso me da mucha tranquilidad.

Quizás el promulgar éste síndrome no es para alarmar, sino para dar conciencia de que a los mayores hay que entenderlos y mucho más cuando existe una alteración como ésta que afecta la conducta, con el fin de brindarles los mejores últimos años de su vida. Un abrazo.