LA VIEJA CABAÑA por Irma Pulido (Capítulo 3)

in #spanish6 years ago (edited)


FUENTE


Le indiqué dónde podía dormir, era una habitación pequeña, según se decía era el cuarto de Sofía. Pero algo pasó: Antes que le indicara, ya él había entrado como si ya la conocía. Tomé una lámpara y se la ofrecí, él la rechazó.

  • Nonecesito luz, estoy acostumbrado a la oscuridad - Dicho esto cerró la puerta, dejándome pensativo y nervioso ¡Qué ser más extraño! Muchas cosas vinieron a mi mente pero las descarté de inmediato y me dije "No te vas a acobardar a estas alturas". La presencia de ese extraño no tiene por qué alterarme. Quise continuar con el proyecto y mantenerme despierto hasta que amaneciera. Me acerqué a la mesa, sin embargo, no logré concentrarme. Así que me pareció mejor irme a descansar y me fuí al segundo cuarto y abrí un poco la ventana que tenía para ver la lluvia; encendí un cigarrillo, allí permanecí unos instantes, con la mirada perdida hacia afuera. Un relámpago me permitió ver algo que me sorprendió mucho: El hombre del impermeable había salido de la cabaña, se había ido, pero no llevaba el saco. Traté de ver hacia dónde iba pero desapareció. Pensé que tal vez había salido un momento, aunque me extrañó el hecho de no haber oído cuando abrió la puerta. Además, si no se llevó el saco, significa que volverá de un momento a otro.

Lo esperé despierto bastante rato junto a la ventana, pero no apareció. Vi mi reloj, era más de la medianoche y decidí irme a descansar. Una vez allí, en aquel viejo catre me acosté sin quitar de mi mente la imagen del extraño personaje.

Estaba conciliando el sueño cuando me pareció oir una voz de mujer que me llamaba, pero el ruido de la lluvia aunado al cansancio y todas las cosas que me habían sucedido, me hicieron pensar que se trataba solo de mi imaginación.

Volví a cerrar los ojos y de nuevo escuché la voz: -"¡Iván!"

Me senté en la cama tratando de percibir de dónde provenía ese suave llamado. Una vez más se dejó escuchar la voz, pero con mayor claridad, provocando que me sobresaltara y me levantara de la cama: "Iván, ayúdame, por favor..."

Esta historia continuará

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