DEUDA POR LA CONSERVACIÓN AMBIENTAL

El canje de deuda por conservación es una tema que cada día despierta la atención de los gobiernos latinoamericanos y caribeños como una modalidad que presenta notables ventajas para enfrentar este grave problema que afecta las posibilidades de desarrollo de nuestros países.

Los doctores Roque Sevilla Larrea (Fundación Natura, Ecuador) y Álvaro Umaña Quesada (Ex Ministro de Recursos Naturales, Energía y Mina, Costa Rica) elaboraron un interesante trabajo este asunto- ¿Por qué canjear Deuda por Naturaleza?- en el Cual abordan las experiencias derivadas de la aplicación de este novedoso instrumento en sus respectivos países, así como las incidencias del primer ensayo hecho en Bolivia.

Destacan en la publicación de estos especialistas los siguientes aspectos básicos:

• Los Pueblos Latinoamericanos y caribeños dependen de sus recursos naturales para mejorar sus niveles de vida. La pobreza será aún mayor si no se cuenta con agua y suelos de buena calidad, pesca abundante y bosques. La naturaleza le ha legado una diversidad genética muy superior a la de cualquier nación occidental, pero sino cuidan sistemas ecológicos, habrán dilapidado la herencia de sus hijos.

• Cada País deberá decidir por sí misma la forma de resolver la crisis de la deuda, y si bien puede prescribir remedios para cada caso en particular, a veces una nueva idea puede conducir a enfoques más creativos para corregir este problema y estimular los esfuerzos tendientes a proteger el medio ambiente.

Una de estas ideas es el “canje de deuda por naturaleza”.

¿Cómo SE CANJEA LA DEUDA?

Los países en vía de desarrollo han contraído deudas en divisas con bancos comerciales, organismos internacionales de financiamiento y gobiernos extranjeros. Desde que comenzó la crisis de la deuda en la década de 1980, algunos bancos comerciales han preferido vender los instrumentos de deuda que tienen en cartera, con importantes descuentos, a otros bancos o inversionistas en vez de esperar su amortización por parte de los países deudores. Esta venta de deuda en el mercado secundario ha abierto la posibilidad de los canjes.

Algunos países deudores, a cambio de la cancelación de la deuda descontada en dólares, han optado por entregar al acreedor moneda local para invertir dentro del país. Esto Canjes ha incitado a los inversionistas extranjeros a adquirir instrumentos de deuda y convertirlos en inversiones en moneda local en los países en vía de desarrollo, con la esperanza de posibles utilidades.
Generalmente, los bancos prohibían a los países prestarios adquirir su propia deuda con descuento, de manera que fue necesario recurrir a terceros para aprovechar la venta de deudas.

VINCULANDO LA DEUDA CON LA NATURALEZA.

Con imaginación, los gobiernos latinoamericanos y caribeños, comenzaron a encontrar formas de rescatar la deuda descontada, sin depender exclusivamente de los inversionistas extranjeros en busca de utilidades. Muchas organizaciones internacionales están dispuestas a aprovechar recursos no reembolsables para programas sociales o de protección ambiental en los países en vía de desarrollo. Se les ocurrió entonces que podrían utilizar tales recursos para adquirirlas a tasas reducidas y desarrollar una fórmula para convertir la deuda en recursos en moneda local para programas específicos.

De esta idea original surgió el concepto de los canjes de “deuda por naturaleza” que han encontrado terreno fértil en Costa Rica, Ecuador y Bolivia.

La premisa básica del canje de deuda por naturaleza es que se condonará un determinado volumen de deuda externa de inversiones en moneda local en programas destinados a mejorar el manejo de los recursos naturales en el país deudor.