El corazón no se negocia, Sr. Presidente | #UnBreakDeLaCharlaDePelículas
Noche oscura en muchos corazones blancos. Como una crónica de una partida anunciada, recibió el madridismo la noticia: Cristiano Ronaldo brillará bajo otro escudo ahora. Por que si, va a brillar, porque el portugués de 33 años está, con 43 tantos en la pasada campaña, ademas de cuatro tantos en la Copa del Mundo, lejos de su atardecer en el fútbol.
Porque si algo ha demostrado Cristiano en sus nueve años en Madrid es que es un tipo ambicioso, sin techo. Físicamente se ha condicionado a si mismo como un 'bicho' raro para durar más de lo que normalmente se espera, de eso no hay duda.
Y si, sabemos, como sabemos que lo único que pasa con absoluta certeza es la muerte, que el tiempo no se detiene, y en el fútbol las estrellas se caen y el cielo queda cada vez más oscuro. Sin embargo, este, aunque muchos se aferran a verlo así para soportar el golpe, no fue el caso. Cristiano no se 'fue', lo 'fueron'.
Otro más para el cementerio de emblemas
"De un jugador así solo se negocia su salida cuando le falten las dos piernas" - Manuel Jabois, para un artículo del diario El País.
Por eso, me atrevo a tomar esa frase del periodista y escritor español que resonó conmigo desde que la leí, hace un par de días, antes de que todo fuera realidad, para que sepan de que va este texto. Donde me retendré de hablar de toda la gloria que alcanzó el Madrid con Cristiano - y viceversa- para escribirle a un señor que no sabe que existo y que con toda seguridad no le importa en absoluto lo que siento, lo que sentimos todos los fanáticos.
Como con Raúl y con Casillas, Florentino Pérez firmó con su pluma un papel como propinando una nueva estocada al corazón madridista. No le importa. Porque para el es solo un negocio, e incluso así, un negocio mal calculado. Tal vez por primera vez en la historia del inteligente dirigente. Porque Cristiano Ronaldo es un astro, y los astros no se venden, al menos no por 112 millones de euros.
Los ídolos, como advierte Eduardo Galeano en su libro 'El fútbol a sol y sombra', se apagan, se caen y 'la fuente de felicidad pública se convierte en el pararrayos del público rencor' y la gente los abuchea. Puede que el señor presidente se sintió vidente y prefirió ahorrarse el tener que lidiar con el atardecer de Cristiano, salvándonos a todos de vivir lo irremediable. Pero la intención no se sobrepone a la forma y la forma en la que Cristiano se fue, con una memoria de una declaración gris y desconsiderada en pleno éxtasis tras la decimotercera conquista de la 'Champions', esta lejos de ser la ideal, la merecida.
El fútbol es un negocio lucrativo para el que lo sepa manejar (y donde decida manejarlo), eso se sabe. Pero el fútbol no es solo dinero, no es solo negocio y acuerdos sellados entre paredes blancuzcas sin alma. A los estadios no van 'bots' ni hologramas computarizados, van personas de piel y hueso y sangre y millones de emociones.
Emociones que muchas veces alcanzaron su estado máximo de alegría, de excitación gracias a goles de CR7, a su postura de estatua griega antes de lanzar un tiro libre o un penalti, a sus 'Calma Calma' o sus 'Siuuuu'. No son títeres los que ven los partidos por televisión ni los que compran las camisetas, son fanáticos tan enamorados del club como están enamorados de sus emblemas; el luso siendo uno de los más grandes.
A esa gente le debes respuesta, Florentino. Porque por un jugador como Cristiano Ronaldo se pelea. A un jugador como Cristiano Ronaldo se le protege, se le cuida y cuando un jugador como Cristiano Ronaldo se acabe, se le despide con un acto lleno de su gente, digno de su figura, y una estatua al lado de la diosa Cibeles.
Hacia ya tiempo queTito Floren y Cr7 se llevaban de malas caras, la negociacion no fue un regalo, Cristianisimo solicito rebajar su clausula, lo que me parece lamentable ya que comparto contigo que la edad que tenga no la expresa.
A sus 33 años sigue brillando a la altura del mejor del mundo. Por algo es el The Best....
Con toda sinceridad, dudo que Florentino se lleve bien con alguien de la plantilla. Los jugadores no son ciegos ni brutos; saben como trata el dirigente a cada uno de ellos. Si se les ve amigables con Perez es por la diplomacia y menos mal...
Se repite la misma historia. Lo mismo le pasó a Casillas, un jugador emblema y franquicia del club, salió por la puerta trasera por culpa de Mourinho y en complicidad (seguramente) con el presidente.
Soy del Barcelona, pero reconozco la influencia de estos jugadores y el valor que tiene cada uno para su club.
Añoro la época de la fidelidad a una camiseta como los Maldini, Totti o Zanetti.
Con Casillas se repitió por segunda vez, algunos pensamos que fue coincidencia. Pero la tercera ya te hace cuestionar que es un patrón. Le faltan el respeto a las figuras y con ello, le faltan el respeto a uno como fan. Asi, ¿que nos queda de lección a los madridistas? Que no podemos nunca atarnos a un jugador como emblema, porque el Madrid todos los vende...
Así es, ninguno sale por la fuerte grande..
Excelente post... Corto y al pié.