My hair against cáncer//Mi cabello contra el cáncer
"Cancer opens many doors. One of the most important is your heart"
Two years ago I read a promotion of the Seventh-day Adventist Church in the Eastern Venezuelan Union, the campaign "A day to give", with the donation of hair for children with cancer, and invited a team of volunteer hairdressers and stylists. I went to this wonderful event to donate my hair, accompanied by some friends who invited me to donate their hair too.
"El cáncer abre muchas puertas. Una de las más importantes es tu corazón"
Hace dos años leí una promoción de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en la Unión Venezolana Oriental, la campaña “Un día para dar”, con la donación de cabello para los niños con cáncer, e invitaron un equipo de peluqueros y estilistas voluntarios. Yo fui a este maravilloso evento para donar mi cabello, acompañada de unas amigas que invité a donar también su cabello.
After parting with their ponytails, donors were given custom cuts and hairstyles.
Solo se puede utilizar siempre que sea cabello virgen. Cuando se recolectan colas de caballo donadas por niños se necesitan de 10 a 12. De hecho, el donante de cabello llena una planilla en la que se solicita una serie de datos específicos, y en la que se destaca el uso y el fin de la donación, “que es solo para el de fabricación de las pelucas para los niños y niñas que padecen de cáncer, no para la venta, ni nada parecido”.
Después de separarse de sus colas de caballo, los donantes recibieron cortes personalizados y peinados.
Muy triste la experiencia con el cáncer que sufrió mi madre, porque uno de los efectos más adversos de los tratamientos de quimioterapia es la pérdida de cabello, que afecta la autoestima del paciente en tratamiento.
"The first thing you lose with cancer are caresses and hugs. Everyone hits you on the back, but almost nobody hugs or caresses you. Everyone is afraid to show their feelings because that means they think you can die. There was a doctor who always touched my hair and the back of my neck. It gave me the feeling that I would live, that it was important"
"Lo primero que pierdes con el cáncer son las caricias y los abrazos. Todo el mundo te da golpes en la espalda, pero casi nadie te abraza o te acaricia. Todo el mundo tiene miedo de mostrar sus sentimientos porque eso significa que piensan que puedes morir. Había un médico que siempre me tocaba el pelo y la nuca. Me daba la sensación de que viviría, de que era importante"