Evangelio del día – 18 de diciembre

in #spanish7 years ago

Evangelio según san
Mateo I. 18-24

18 de diciembre - Adviento

a generación de Jesucristo fue de esta manera: Que siendo¹ María, su madre, desposada con José, antes que viviesen juntos², se halló haber concebido en el vientre, de Espíritu Santo³. Y José, su esposo⁴, como era justo5, y no quisiese infamarla6, quiso dejarla secretamente.

Y estando él pensando en esto, he aquí que el ángel del Señor le apareció en sueños, diciendo: José hijo de David, no temas de recibir a María tu mujer7, porque lo que en ella ha nacido8, de Espíritu Santo es. Y parirá un hijo, y llamarás su nombre Jesús9, porque él salvará a su pueblo de los pecados de ellos.

Mas todo esto fue hecho para que se cumpliese lo que habló el Señor por el profeta10, que dice: He aquí la Virgen concebirá11, y parirá hijo; y llamarán su nombre Emmanuel, que quiere decir: Con nosotros Dios.

Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.



¹ Esto es, prometida, según la loable antiquísima costumbre de interponer un cierto espacio de tiempo entre la promesa o esponsales, y la celebración o consumación del matrimonio (Gén xix. 14; Dt xx. 7; xxii. 23).


² El Evangelista nos refiere lo que sucedió en verdad; esto es, que María concibió en su seno virginal, antes que José la conociese. Mas de aquí no se ha de inferir que la conociese después; porque la Iglesia tuvo siempre por herejes a los que afirman esto. San Jerónimo.


³ Esto es, por virtud y operación milagrosa y sobrenatural del Espíritu Santo. La concepción del Verbo, aunque común a todas tres divinas Personas, se atribuye especialmente al Espíritu Santo; porque así como se atribuye al Padre el poder, y al Hijo la sabiduría, del mismo modo se atribuyen al Espíritu Santo las obras de caridad y de santidad; y entre éstas la principal y la mayor fue la Encarnación del Verbo Eterno.


⁴ La palabra latina vir es común al prometido, o que tiene dados esponsales, y al casado, como la voz esposo entre nosotros.


5 Se hallaba perplejo, sin saber qué partido tomar. Por una parte, su rectitud, viendo la preñez de la Virgen, le inclinaba a no vivir en su compañía; por otra, la estimación y concepto en que la tenía, no le permitían exponerla al rigor de la ley; y así se determinó a dejarla secretamente.


6 Acusándola en juicio como adúltera, o repudiándola públicamente, como mandaba Dios en el Dt 24,1


7 Llevándola por la primera vez a su casa, o continuando en vivir con ella, según los diversos pareceres de los intérpretes.


8 Lo que ha concebido en su purísimo vientre.


9 Salvador, o salud. Este es el nombre que propiamente convenía al Hijo de Dios en su Encarnación; porque venía a merecer, y dar a su pueblo la salud eterna.


10 Para mostrar la conformidad del cumplimiento con la predicción. La predicción no fue ocasión del cumplimiento, sino que el profeta anunció lo que había de suceder, y estaba ya eternamente decretado. Es una de las más insignes profecías del Antiguo Testamento.


11 La Virgen. En el original encierra particular énfasis el artículo, como si dijera: aquella Virgen o doncella, señalada y privilegiada, que Dios escogió ab aeterno, para que concibiese y pariese al Redentor del género humano.

Biblia de Scio