Para comenzar el año, me decidí por un jabón de Yogur, que dicen aporta excelentes propiedades para la piel. Según algunas paginas de jabones artesanales, lo recomiendan para la higiene intima femenina, yo no me atrevo a tanto;pero quería hacerlo y me puse manos a la obra.

Preparando los materiales y los implementos de trabajo.

Para este jabón seleccionamos una mezcla de sebo de vaca, aceite de coco y de soya, por lo que se pusieron a calentar para que sebo se derrita y se mezclen, mientras preparamos la lejía (solución de hidróxido de sodio) a la que incorporamos el yogur a punto de congelación, con la intención que el calor de la reacción no lo queme.

El molde preparado, para no estar corriendo al final.

Y ahora a mezclar y esperar.

Vana esperanza al producirse la saponificación, aumentó la temperatura y los lácteos se cocinaron, produciendo un cambio de color.

Por más precauciones que tomé, el resultado más se parece a un dulce de leche.

Así que en el momento del vaciado le inserte unos pedacitos de jabón claro que contraste y le de cierto atractivo, ojala y les guste.

Pero como este no era el resultado esperado, al día siguiente lo repetí. Con los mismos ingredientes y el mismo procedimiento, con la sola diferencia de que en esta ocasión dejamos el yogur para incorporarlo al final, cuando había terminado la reacción de saponificación.

Fotografías de mi propiedad, tomadas con cámara web de laptop.