Numa Pompilio fue el segundo rey de Roma, gobernó durante los años 715 hasta 653 a. C. Entre las leyes que dictó se encuentra la “Lex Caesarea”, una ordenanza en la cual se permitía que a toda mujer muerta o a punto de fallecer, encontrándose en gestación avanzada o durante el parto, se le realizara un corte (caesura) abdominal para extraer al producto, a fin de que el niño tuviera la oportunidad de vivir.

La relación etimológica del nombre César por la historia del nacimiento del emperador por este procedimiento ya es antigua, pero ya conocemos el gusto por las etimologías populares. El título de la "Lex Caesarea" debe de estar influido por esta leyenda, en una mezcla de "caesus" y "Caesar".

La coincidencia entre el nombre familiar de la dinastía Julio-Claudia –Caesar– y el nombre de la intervención se debe, probablemente, a que algún antepasado de Julio César vino al mundo mediante este procedimiento ginecológico. Lo cual adquiere sentido al recordar que esta manera de nacer era vista por los romanos como augurio de buena suerte y, por tanto, resulta lógico que la palabra se utilizara orgullosamente como timbre de honor para toda una dinastía.

Cuenta la leyenda que Julio César nació mediante cesárea en el año 100 a.C., y de ahí provendría el nombre del procedimiento, sin embargo luego de algunas investigaciones se llegó a la conclusión de que es probable que derive realmente de la ley establecida por Pompilio.