LA NIÑERA

Antes de salir de clases mi amigo pedro me recomendó para ser niñera de unas niños, luego de obtener el trabajo unos 5 días después sus padres decidieron hacer un viaje para celebrar su aniversario, a lo que yo tuve que quedarme en casa con los niños. Las primeras noches el pequeño de 6 años pasaba por mi habitación a despertarme, casi siempre eran excusas tontas “quiero un poco de agua” o “mañana podemos ir por un helado” a pesar de que al pasar de los días lo veía muy extraño decidí no darle importancia y dejarlo pasar.

Ya al pasar los días me sentía agotada y pensé que sería por no dormir bien, una noche decidí decirles a los niños que no me despertaran en la noche a menos que fuera por una emergencia, y así fue hasta que desperté con una sensación muy extraña, decidí ver el reloj y eran las cinco menos tres, con esa sensación extraña que me recorría todo el cuerpo de arriba abajo me di vuelta hacia el otro lado y intentando no gritar del horror me quede perpleja mirando.

Al lado de mi cama estaba una silla que el niño había arrastrado hacia el lugar, mirándome fijamente estaba el sentado y con la cabeza inclinada hacia abajo, aterrorizada no sabía que hacer pero más anonadada quede con sus palabras “LO SIENTO, PENSE QUE SERIA DIVERTIDO VERTE MIENTRAS DUERMES, PERO NO TE DESPERTE JUSTO COMO ME LO PEDISTE”

A la mañana siguiente mientras desayunábamos logre escuchar que susurraba cosas, le pregunte si había dicho algo y solo me miro y en silencio siguió comiendo. Yo seguía pensando que todo era un poco extraño pero intentaba estar lo más controlada posible, al escuchar los pasos del o niño mayor bajando las escaleras me volteo y le pido que se siente para desayunar, pero antes que termine de hablar el sorprendido le dice a su hermano “ ¿COMO ESTAS AQUÍ? SI ACABO DE OIRTE EN TU HABITACION “. Esas palabras fueron suficientes para producirme escalofríos por todo el cuerpo. Ya a punto de irse a la escuela los niños llame a mi novio para que viniera a la casa a hacerme compañía, yo solo pensaba que algo no estaba bien en la casa y ya no trataba de convencerme de que no era nada.

Estaba entada en el sofá mirando la tele cuando llega un mensaje de voz al móvil, como tenía los audífonos conectados decido usarlos para oír el mensaje, Mientras lo estoy oyendo escucho risas a lo que pienso que era el televisor pero cuando volteo a ver estaba dando un comercial de cocina, con un poco de miedo dejo el móvil de lado y vuelvo mi mirada a la mesita que está delante del televisor, pero esa sensación volvió era la misma que sentí la noche anterior y sin pensarlo decido voltear hacia la cocina y lo que vi me dejo paralizada sin poder moverme. Estaba ahí, un niño parado mirándome.

Amigos les había dicho que planeaba subir un relato cada dos días, y aunque ya han pasado muchos aquí esta el segundo :)

Esta historia es totalmente creada por mi, no esta basada en nadie y es totalmente ficticia.