Para quien esté por rendirse
No tengas miedo de las adversidades. Intenta no temer, aunque sé que no es fácil. Sea como sea, no permitas que el miedo sea más grande que tú. No lo alimentes, en cambio, alimenta tu amor y tu fuerza de voluntad. Aférrate a la idea de que todo lo difícil tiene un fin y que, así como caíste, las cosas pueden cambiar y encontrarte de pie otra vez. Los obstáculos solo están para ponerte a prueba, para llevarte a ese punto donde no te queda otra más que sacar lo mejor de ti… Por eso, si te rindes, perderás más de lo que crees. La mariposa no sería lo que es si, siendo oruga, se hubiese rendido.
Sé que hay dolor, sé que hay miedo y experiencias duras. Si te sientes así en este momento, deja que suceda. Siente el dolor y la desesperación. Siente y llora si es necesario. Sácalo todo y no dejes que nada se quede dentro de ti. Vive el momento difícil, no desde la víctima que se queja, sino desde el humano que se permite fallar y tener un mal momento. No tienes que hacerte el fuerte, pero tampoco temas, porque te aseguro que todo va a pasar.
Quizás en este momento parezca difícil. Quizás hay tanto dolor, desesperación, bloqueos, rabia o frustración, que no sabes cómo puedes salir de un hoyo así. Y yo no puedo decirte cómo, porque no lo sé. Solo sé que, si no te rindes, si sigues adelante, no hay forma que esta situación te doblegue para siempre. Quizás te sientes cansado, y eso también está bien. Descansa, tómate tu tiempo, respira hondo y, cuando te sientas listo, sigue adelante.
No eres un robot que debe fingir que todo está bien o que nada le duele. Esa actitud solo te lastima aún más, y te pones bajo una presión que no es necesaria.** Quien te haya dicho que debes exigirte al máximo, que no puedes fallar o tener un momento de vulnerabilidad, te mintió. **Te lo repito: eres humano, tienes emociones y está bien si a veces no son las más alegres o positivas. Todos tenemos nuestros ratos de tristeza, pero solo no permitas que sea más el tiempo que estás mal, que aquellos donde te sientes bien.
Así que, por más dura que sea la situación que está viviendo, proponte salir adelante. Está bien llorar, pero que no sea toda la vida. Más bien, permite que la lección que estás viviendo, te transforme en una mejor versión de ti mismo, no todo lo contrario. Hay quienes, después de una situación dolorosa, se convierten en piedras o se autodestruyen. No caigas en eso, porque solo empeoras tu propia situación.
Ámate tanto, que sea sencillo para ti tener compasión de ti mismo, y siempre quieras construir aquello que es mejor para tu vida, aún durante tus peores crisis.
Eres un ser maravilloso. Quizás no te conozco, pero sé que lo eres. No dejes que el miedo haga que pierdas la fe en ti mismo. Disfruta la vida y, en los momentos más duros, toma aire. Deja que el oxígeno te llene de vida, alimente tu cuerpo y sane todo eso que te duele o afecta.
Todo pasa por algo, en serio. Te lo dice alguien que creyó haberlo perdido todo, y quizás fue así. Quizás perdí muchísimo, pero solo fue para poder encontrarme a mí misma.** Y es por eso que hoy agradezco tanto que, aún en el pánico más inmenso, no me rendí.**
TÚ, QUE ERES UN LUCHADOR, NO TE RINDAS TAMPOCO.
Tú lo vales
Francis Nazar