Cuento corto: “Piel herida” (Inédito, basado en hechos reales)

Mi subconsciente me ha golpeado, ha buscado explicación sobre la desaparición del animal que más he querido, un perro sin hogar, la obtuve, creada o cierta, por un ente atroz, el cual hizo hincarme de rodillas a rezar, lo he llamado el monstruo de la puerta, me ha mostrado lo que quería saber, y podía darme más, pero el conocimiento tenía un precio, quería rasgar mi piel con un cuchillo sobre mi cama y llevarse mi alma, hablando en un lenguaje desconocido me lo hizo notar, pero sabía lo que quería, mi ambición no llegaba hasta entregarme, fue el despertar más duro, entre el frío, sudor, temblor, rezando pedí perdón y desee no verlo más nunca.

En resumen:

Tuve la fortuna de participar en la esterilización de un perro ,hace más de un año, para ser específica, una perra llamada Coqueta, a mis ojos era muy hermosa por ser tan alegre y con un pelaje dorado tornando a rojizos, era mascota de la universidad donde estudio medicina, cerca existe un centro de salud psiquiátrico, esto último mencionado , sin relación aparente, pero, ¿ qué fue lo me mostró en “ente de la puerta” o mi subconsciente buscando explicación basado en mis temores los cuales tuve que enfrentar ?, lo siguiente…

Una vez terminado el proceso de sanación luego de la esterilización, Coqueta tuvo una vida normal, me perseguía hasta cierta distancia a las afueras de la universidad luego porque nuestro nexo se hizo fuerte, hasta que entendió que no podía ser siempre así porque ella pertenecía a la universidad y yo tenía que volver a mi residencia a seguir estudiando como solía hacerlo, la buscaba de vez en cuando para compartir y ella parecía estar bien con ello, llego un día en que no la encontré por ninguna parte, me pareció muy extraño, pasaron los días, las semanas hasta que escuche decir que en efecto había desaparecido, se rumoreaba que la había atropellado un carro y murió en el acto, aunque lo que me fue mostrado en mi sueño fue algo diferente.

A Coqueta le encantaba pasear a veces a las afueras de la universidad, en una de esas ocasiones, parecía ser madrugada, un enfermo mental con esquizofrenia oía voces que le pedía tomar un alma, le daba especificaciones sobre las características que debía poseer esa alma, y lo entendío, debía tomar a un perro, Coqueta caminaba desprevenida cerca de un contenedor de basura frente a un edificio próximo a la universidad, cuando fue sorprendida por un objeto filoso hiriendo su piel, manchando su bello pelaje, él termino por tirarla en el contenedor, para así mirarme, como diciéndome que la próxima podía ser yo.

El sueño paso a otro plano, me encontraba acostada en mi cama, a lado estaba mi madre y una amiga suya, cuando la puerta se abrió delicadamente observando así a un animal parecido a un reno, con cuernos enormes parado en dos patas, sujetando un cuchillo en sus manos, la amiga de mi madre se transfiguró en otra persona del susto, mi madre no podía verlo, no entendía nada, y lo reprendió, pero no fue suficiente, alejé un poco mis sábanas, también vi un cuchillo en mi cama, empezó la batalla, si el no rasgaba mi piel lo debía hacer yo, pero no quería hacerlo, el ciertamente no pertenecía a cielo, alguna vez desee saber que paso con mi Coqueta, pero me resigne y se lo dejé a la inmensidad del universo, no le debía nada a ese ente por mostrarme lo que supuestamente le sucedió, empecé a rogar al cielo, parecía que dios me castigaba por lo pecadora que he sido, porque no me sentía escuchada, agonicé entre los gritos hasta despertar, despertar temblando y ponerme a rezar…

PD: por cierto, he aquí el poema que le escribí a Coqueta
https://steemit.com/spanish/@gabivicpaez/gire-y-mire-al-sol