Arquetipos y religión en Carl Jung
Arquetipos y religión en Carl Jung
Su estudio privilegia un concepto, Arquetipos, que ha encontrado arraigo en sus seguidores y que es utilizado como elemento de análisis para estudiar la conducta humana. En este post abordaremos la perspectiva de Jung sobre la religión, la que entiende como una configuración de arquetipos.
Dejo, para mis amigos en Steemit, con mis saludos, este tema para consideración.
Las ideas sobre el inconsciente en Jung
[Fuente]()Estos símbolos determinarían los dogmas y los ritos religiosos que constituyen la experiencia religiosa inmediata.
Para este autor el inconsciente colectivo contiene un estrato superficial, el inconsciente personal, el cual descansa sobre un estrato más profundo que no se origina en la experiencia personal sino que es innato, el inconsciente colectivo. Así lo explica en su texto Arquetipos e inconsciente colectivo:
He elegido la expresión “colectivo” porque este inconsciente no es de naturaleza individual sino universal, es decir, en contraste con la psique individual tiene contenidos y modos de comportamiento que son cum grano salis, los mismos en todas partes y en todos los individuos. En otras palabras, es idéntico a sí mismo en todos los hombres y constituye un fenómeno anímico de naturaleza suprapersonal existente en todo hombre.
A los contenidos del inconsciente colectivo Jung los denominó arquetipos. El arquetipo representa especialmente un contenido inconsciente que, al concientizarse y ser percibido, cambia de acuerdo con cada conciencia individual en la que surge. También aparece en los símbolos de todas las corrientes religiosas, símbolos que se cohesionan para formar dogmas, religiones, que sustituyen al mismo inconsciente colectivo y lo formulan con gran amplitud.
La vida de lo inconsciente colectivo ha sido captada casi íntegramente en las representaciones dogmáticas arquetípicas y fluye como una corriente encauzada y domada en el simbolismo del credo y del ritual… nunca le faltaron a la humanidad imágenes poderosas que le dieran protección contra la vida inquietante de las honduras del alma. Siempre fueron expresadas las figuras de lo inconsciente mediante imágenes protectoras y benéficas que permitían expulsar el drama anímico hacia el espacio cósmico extraanímico.
En la anterior apreciación encontramos claramente relacionadas las ideas religiosas con la existencia de los arquetipos que Jung propone.
Religión como organización de arquetipos
Al igual que Freud, Jung entiende la función de la religión como un medio de protección frente a los peligros, en este caso, de lo inconsciente. Sabemos, dice Jung, que el mayor peligro que nos amenaza proviene de la impredictibilidad de la reacción psíquica, de allí los esfuerzos de la humanidad por mantenerse en el fortalecimiento de la conciencia, a ese objetivo sirvieron los ritos, las representaciones colectivas y los dogmas.
…así resulta que el rito primitivo consiste en invocación de los espíritus, exorcismo, conjuro de mal presagio, propiciación, purificación y producción analógica, es decir mágica, del acontecer benéfico. Estos muros levantados desde los tiempos primitivos sirvieron más tarde, como fundamentos de la iglesia.
Aunque aparentemente obedezcan a fenómenos diferentes las formas simbólicas de las religiones son similares entre sí. El lugar de unión entre ellas es la presencia de los arquetipos comunes del inconsciente colectivo.
Los arquetipos marcan los senderos de toda actividad de la fantasía y crean asombrosos paralelos mitológicos a los que el autor entiende como posibilidades de representación religiosa. Así como los arquetipos aparecen en los mitos y los pueblos también se encuentran en cada individuo.
Para Jung el hombre procede bajo el influjo de formas típicas funcionales en las cuales la actividad se desencadena. El autor cataloga a esas formas “imágenes primordiales” en tanto son directamente propias del género humano. Por lo tanto, los arquetipos constituyen para él el elemento imprescindible para la vida espiritual, si éstos llegaran a desvanecerse desaparecería toda la fuerza elemental de las vivencias primarias.
“El arquetipo en sí forma parte de los más elevados valores del alma humana y ha poblado por ello todos los Olimpos de todas las religiones. Hacerlo a un lado como algo sin valor constituye una positiva pérdida.”
En su libro Psicología y religión Jung brinda un tratamiento más directo al tema de la religión. A partir del concepto del Inconsciente colectivo trata de alcanzar la historia psicológica humana e intenta mostrar como en cada hombre se guardan latentes las experiencias, representaciones y emociones de toda la humanidad.
La religión desde un punto de vista fenomenológico
Jung observa que en todos los tiempos el hombre ha cumplido funciones religiosas, por lo que la religión no sólo constituye un fenómeno histórico y social, sino un importante asunto personal para la mayoría de los individuos. Sin entrar a considerar la existencia o ausencia de un ser supremo, el objetivo del autor consiste en aclarar los fenómenos emocionales y simbólicos de la religión.
Desde ese punto de vista Jung aclara que aborda el estudio de la religión desde un enfoque exclusivamente empírico, restringiéndose a la observación de los fenómenos y omitiendo todo trato filosófico que tenga que ver con su opinión.
Se fundamenta para ello en el punto de vista fenomenológico lo cual equivale a decir, según sus palabras, que se trata de sucesos, de acontecimientos, de experiencias, en resumen, de hechos.
“la religión constituye, ciertamente, una de las más tempranas y universales exteriorizaciones del alma humana, sobreentiéndase que todo tipo de psicología que se ocupe de la estructura psicológica de la personalidad humana, habrá por lo menos de tener en cuenta que la religión no sólo es un fenómeno sociológico o histórico, sino, también un importante asunto personal para crecido número de individuos”
Entiende el autor que la religión es una actitud especial del espíritu humano, actitud que se puede calificar de consideración y observancia solícitas ante ciertos factores dinámicos entendidos como potencias; espíritus demonios, ideas, dioses o cualquier designación que el hombre le haya proporcionado a estos factores, los cuales se han presentado, dentro de su experiencia, como lo suficientemente hermosos, poderosos, peligrosos o útiles para tomarlos en consideración, para adorarlos o para respetarlos.
Jung fórmula criterios, como médico y especialista en enfermedades nerviosas y mentales, sobre cual debe ser el objeto de estudio de la psicología religiosa: Piensa que la psicología de la religión debe ocuparse de las vivencias religiosas primordiales, por lo que la atención debe estar centrada en los aspectos humanos del problema religioso, dejando de lado lo que con las creencias han hecho las confesiones religiosas.
De la misma manera considera el efecto causado por el esclarecimiento científico sobre grandes masas de personas que se han apartado o se han vuelto indiferentes a las iglesias, sin tratarse de racionalistas empedernidos, sino de hombres religiosos que son incapaces de identificarse con las formas existentes de fe.
“…en mi profesión he tratado individuos con esa experiencia inmediata que, o no querían someterse a la decisión de la autoridad eclesiástica, o no podían hacerlo. Debí acompañarles a través de sus crisis y violentos conflictos, a través del miedo a la locura, de desequilibrios y de depresiones a un tiempo desesperadas, grotescas y horribles, de modo que estoy plenamente persuadido de la extraordinaria importancia del dogma y del ritual, al menos como métodos de higiene espiritual.”
Jung aborda el estudio de los símbolos religiosos expresados en los sueños de sus pacientes como posibles fuentes de información de las tendencias religiosas de lo inconsciente. La idea central es que los sueños ocurren cuando la conciencia y la voluntad se encuentran en estado de reposo, constituyéndose en los eslabones visibles de una cadena de procesos inconscientes.
El arquetipo femenino completa la visión de Dios
Las imágenes oníricas, representativas de los arquetipos, con todas sus representaciones, aparecen en forma de fenómenos psíquicos en el hombre moderno, tal como aparecían en forma de sueños o de visiones producidas por trances hipnóticos en algún momento del pasado remoto.
Las ideas religiosas contenidas en los arquetipos cumplen una función que se remonta a los momentos iniciales de la humanidad cuando aún el hombre no había aprendido a “emplear el espíritu como actividad que se ajusta a fines”.
Son, al mismo tiempo que productos individuales inconscientes, formas o imágenes de origen colectivo con los que se forman universalmente los mitos, que se transmiten por tradición, por migración y por herencia. El autor los cataloga como “residuos de estados históricos del espíritu”, el camino por el cual el hombre intenta retornar a las formas arquetípicas de Dios en oposición a las interpretaciones establecidas por tradición.
Analiza así, al respecto, el carácter masculino del símbolo de la Trinidad, en el que se omiten los aspectos que simbolizan lo femenino. Jung afirma haber encontrado en los sueños la presencia universal del elemento femenino que completaría la Cuaternidad un visión de Dios, originado por la Matrix
En los sueños modernos la cuaternidad es una creación de lo inconsciente. (…) el inconsciente a menudo se halla personificado por el ánima –una figura femenina-. Al parecer el símbolo de la cuaternidad proviene de ella, que sería, entonces, la matrix, la tierra madre de la cuaternidad, una teotokos o madre de Dios, del mismo modo que se consideró a la tierra como madre de Dios.
En lo que concierne al estudio del inconsciente, la presencia repetitiva de las imágenes oníricas del arquetipo de Dios -para Jung, la cuaternidad- representa evidencia de lo que el inconsciente es capaz de recordar, que refleja en sus sueños.
Con la afirmación de haber encontrado en sus investigaciones la existencia reiterada de una imagen arquetípica de la divinidad, Jung concluye que esto es todo lo que es posible afirmar, psicológicamente hablando, de Dios.
Lo que a su parecer es un hecho de gran significación para la teología porque a la vivencia de este arquetipo le corresponde la categoría de experiencia religiosa.
Textos trabajados en este post:
C. G. Jung. Arquetipos e inconsciente colectivo. Editorial Paidós. Barcelona 1994.
C. G. Jung. Psicología y religión. Editorial Paidós. Barcelona 1949
Soy
Espero que le haya resultado interesante la aproximación a la idea de religión de este pensador de la intimidad humana, Carl Jung. Me despido, agradeciendo su amabilidad al leerme.
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Muy buen trabajo, querida @gracielaacevedo. Confieso mi simpatía por la visión y tesis de Jung, en particular, lo referente al inconsciente colectivo y a los arquetipos, que, aparte del ámbito estrictamente religioso, extiende su pertinencia para la interpretación literaria, como lo mostró Gaston Bachelard en sus trabajos. La visión de Jung sobre la religión permite una reconsideración (hasta reconciliación) con el espíritu religioso. En las ideas de Jung pareciera reafirmarse uno de los orígenes atribuidos a la palabra "religión": el "religare" latino, el volver a unirse el hombre con lo divino, lo sagrado. Gracias. Saludos.
Muchas gracias por tu lectura y valoración, querido @josemalavem.
Jung le dio una nueva interpretación a la noción de inconsciente en Freud, criticándole por considerar el inconsciente como el lugar de lo reprimido. Tomó el término, le agregó el calificativo de colectivo y lo hizo el lugar de lo recordado, el nivel en donde la humanidad guarda su historia y a donde va para recuperarla convirtiéndola en símbolos arquetipales. Creo que en Jung hay una necesidad de contraponer a Freud. En su libro Recuerdos sueños y pensamientos texto biográfico, hay un capítulo dedicado a esta relación, interesante por demás...
Cierto es lo que apuntas respecto al uso de la palabra religión en Jung. Desde mi punto de vista se basa en los conceptos tradicionales de los estudiosos de la religión, Otto, por ejemplo, y con ello admite, como la mayoría de los autores, la validez de una versión, la de Lactancio, del origen de la palabra. Aunque, desde el punto lingüístico la interpretación de Cicerón, estableciendo la palabra, desde el verbo latino "relegere" (cultivar), es la correcta. Yo, humildemente, opto por esta interpretación que, antropológicamente, parece más ajustada.
Muy interesante post,@gracielaacevedo. Las ideas de Jung resultan atractivas y elusivas al mismo tiempo creo que no son de fácil captación, gracias por resumir.
Cierto, @ramonochoa, son ideas novedosas para su tiempo y aún para el nuestro. Jung incorporó un colorido a sus ideas, con la descripción de sus arquetipos, que removió la fibra espiritual de sus lectores. Desde mi interpretación su noción de inconsciente es mucho más amable (en el sentido etimológico del termino) que las ideas del inconsciente freudiano.
Entiendo tus sentimientos ambivalentes con respecto a sus enunciados. Su base científica, su posición desde la fenomenología, parecen contradecir el sabor esotérico de algunos de sus pensamientos...Es un tema interesante . Muchas gracias por tu lectura y tu amable comentario. Un abrazo grande.
Muchos son los aportes de Jung para conocer como el inconsciente determina la conducta de un ser humano, yo soy partidaria de que la psicologia no deberia ligarse con la religión, sin embargo en el abordaje terapeutico considero aportes de el autor en cuestion
Saludos, @marynes, muchas gracias por tu visita y por tu lectura. Cuando una persona participa de una creencia religiosa tiene, según Jung, un recurso para recomponerse en situaciones de crisis emocionales, también creo que es así. Cuando ha optado por otra forma de creencia, el agnosticismo, por ejemplo, el trabajo terapéutico se alarga considerablemente, pues las referencias del super yo aparecen mas difusas y hay que ayudar a reconstruir la confianza personal y social en situaciones de crisis.
Creo, además, con respecto a tu comentario, el cual, de paso, daría para muchas consideraciones, que el tema religioso transita por todo el discurso social y por todos los productos culturales. Recibe un abrazo. Te debo una visita.
Fascinación la que siento cuando leo sobre post del inconsciente, todo lo que se refiere a descubrir nuestros comportamientos y como nos relacionamos con el entorno, muchos vivimos sumidos bajo fantasias y muchos otros sumidos a demasiada rigidez, el elemento es entender para poder caminar el sendero del medio, del equilibrio! un trabajo que requiere conocer la dualidad de la fantasía y la realidad. Estamos en la matrix, muy buen post!
Saludos, @lizbetcontreras, un gusto encontrarte por aquí. Muchas gracias por ese reflexivo comentario: El equilibrio se logra transitando el camino del medio entre la fantasía y la realidad. Claro, siempre que podamos establecer qué puede ser llamado fantasía y qué realidad. A veces hay que seguir la propia fantasía, puede que lo que otros llaman fantasía sea, en lo particular, la realidad más patente...
A veces la realidad, concebida como acuerdo social, como verdad, no es más que una ilusión colectiva, una suma de fantasías. Los grandes, los que siguen más el llamado interno, pueden cambiar las realidades para bien... siempre y cuando sean buenas personas. Creo que disgregué un poco, jejeje... Un abrazo.