Un cordial saludo a todos aquellos lectores que dedican una brevedad de su tiempo en visitar mis post, agradecido de ante mano con todos ustedes. En esta ocasión les traigo la segunda parte de la serie "Santiago de Cali", una experiencia única que me permitió ejercitarme fotográficamente por alguna manera decirlo, capturé muchos momentos y pude ser una especie de observador en segunda persona de mi viaje a esta maravillosa ciudad colombiana, sin mas nada que agregar, continuemos...

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Desde la ventana del vehículo donde me trasladaban pude observar buena parte de la ciudad junto a sus barriadas, estas me recordaron a las nuestras por sus grandes similitudes, pienso que a la mayoría de los latinos al ver estas estructuras en cualquier parte del mundo nos hacen sentir que somos parte del drama suramericano. Jamás podremos negar que pisamos las veredas y callejones de algún “guetto”, que compartimos y vivimos en sus humildes hogares, que sabemos el significado de un amanecer, atardecer y anochecer en alguna barriada, que varias de las mejores lecciones que hemos aprendido en la vida sucedieron en algún barrio latinoamericano.

Dapa pertenece a las zonas montañosas de Santiago de Cali, se ubica a 1800 metros sobre el nivel del mar (msnm) colinas donde el fuerte frio contradice el caluroso clima tropical del Valle del Cauca, Dapa vendría siendo lo que aquí en Venezuela sería El Junquito. El dueño de la casa donde fuimos nos comentaba que en Dapa se hospedaban algunos de los narcotraficantes más buscados de toda Colombia, incluso en el recorrido que hicimos nos señalaban casas cuya panorámica se encontraban totalmente protegidas, como para que nadie pudiera ver dentro de aquellas enormes y hermosas mansiones donde las mas lujosas y exuberantes quintas pertenecen a mencionados mafiosos de la droga.

Aquel lugar lejano que se ve en la imagen es el estadio de fútbol del deportivo Cali, fue una verdadera lástima que mi cámara no tuviera la opción para tomar fotos panorámicas, en este tipo de lugares por ley hay que aprovechar las tomas panorámicas, son vistas increíbles que no se deberían dejar pasar. En este sitio donde nos encontrábamos era un mirador, cuya brisa era tan fuerte que en varias ocasiones perdí el equilibrio.

Esta fue la primera promoción de las tres a las que asistí, en esta ocasión le tocaba a los niños de primaria. Los adultos que se ven en la imagen son los representantes de estos pequeños, como por ejemplo el niño con el globo amarillo que aparece en la fotografía. El era el centro de atención de todo el colegio, todo el mundo era vulnerable a semejante nobleza e inocencia infantil. La verdad es que era un niño demasiado adorable y no perdí la oportunidad de retratarlo con mi cámara fotográfica.

Nada es lo que aparenta ser.

La arquitectura que están viendo se llama "la iglesia de San Francisco", ubicada en el centro de Cali, a su lado se encuentra una plaza llamada de igual forma, y al frente de esta catedral queda un gran edificio llamado "Palacio de San Francisco" aquí se encuentra la sede de la gobernación del departamento colombiano del Valle del Cauca. En este lugar me sentí muy ameno, aquí pude percibir el calor y la cultura caleña, su propio ajetreo entremezclándose con su congestión vial. En mi opinión personal, el estrés cívico tanto de Cali como de Caracas son parecidos, pude observar muchas similitudes entre los ciudadanos, somos un poco distintos, solo un poco.

Disfruté mucho del paseo por el centro de Cali, la ciudad en su más viva expresión. Podría ser un extranjero dentro del Valle del Cauca pero algo me hacia sentir como en casa, en familia, en confianza. Puedo decir que la gran mayoría de sus calles son muy limpias, vi uno que otro indigente tirado en el suelo pero también observé mucha gente trabajadora, muchos venezolanos entre ellos sudándose un digno salario.

En mi país a los dispensadores de medicamentos se les llaman farmacias, en Colombia le dicen Droguerías, de hecho en la foto dice "drogas económicas"... ironías de las vías, o de la vida. Lo borroso de la foto le da el toque extra.

Sino hubiese sido por la mamá esa hermosa niña no me hubiese sonreído, da la casualidad que me encontraba tomando fotos en una de las promociones de bachilleres y me di cuenta que esta bebita me observaba, aproveché la ocasión para tomarle una foto, en eso la madre se percató que su niña miraba algo y cuando vio que era yo animó a su niña a sonreirme.

Ya de regreso a mi hogar, de retorno a mi país, al caos, al conflicto, no había tan siquiera tocado tierra venezolana y ya empezaban las preocupaciones, el matraqueo de los guardias viendo a ver si te sacan algunos dólares, peor aun, ya había tenido visión en otras tierras, era imposible no diferenciar en lo avanzado y en la prosperidad que experimenté en Colombia con el desastre que me esperaba en Venezuela. De igual forma me regresé a mi tierra y no perdí la oportunidad en drenarla tomándole fotografías al aeropuerto y a sus enormes aviones.

Con este 2do post doy por terminada esta serie llamada "Santiago de Cali, fue de mucho gusto y agrado volver a recordar aquel viaje en el año 2017 al Valle del Cauca, ojalá algún día pueda volver a ir, esa enorme ciudad me cautivó, sería todo un honor hacer vida en ese maravilloso lugar colombiano. Sin mas nada que agregar siempre agradecido con aquellos que me leen, me votan positivo y replican mi contenido, muchas bendiciones y éxitos para todos.