A la soledad no sabía.

Fuerte viento fuerte
Recuerdo haber hecho un robo...
Mira me perdoné
Eres uno, uno entre millones.
Para ello, cuando se pueda plantar.
Ríete de felicidad en tu pecho.

Steed con confianza, no tengas miedo de caer
Y luego, agarrando sus manos bajo la lluvia,
Así es como Dios ve en su corazón.
En la noche de la muerte del padre celestial.
Buscando tu adrenalina.
No puedo ir.

Y sin embargo, cerrando los ojos,
No creo que puedas entender.
Fui con todos en la gira.
Ahora nadie se detendrá en un medio
Y juegas solo: contigo mismo,
Puedo volar aquí, como un Pegaso alado.

Y sus hijos huérfanos dejaron de recordarlo,
Si no hubiera parado a tiempo
Se quedaron solo junto con Arioka
¿Qué solía vivir?
Quemaré hojas de pérdidas atormentadas,
Lo que quedó en tu corazón.

Recuerdame recuerdame
Los puentes barrieron el abismo invisible.
Donde no he hecho un solo paso
Que el ideal de la belleza espiritual contigo lo supieras.
¿Qué era todo lo mismo?
Haciendo eco en tacto, abrazando, corazón.

Y arrojó.. en el cubo..
No tengo miedo, porque sabes...
Y los hipopótamos dan vueltas alrededor de la escena.
Y que la luz se apague mañana,
Nidos sin sentido
Que entra por la boca en un cuerpo arrugado.

Y creo en el futuro de Ucrania.
Nos convertimos en extraños
Cuántos de los que, escuchando, no oyen.
Eso se convierte en un león, luego un tigre.
Donde canta con gracia la bailarina.
O de nuevo... así que, por cierto mañana.