Tengo meses sin hacer una sesión fotográfica, sinceramente en estos momentos no quiero volver a hacer otra... pero esa es una decisión personal, porque no estoy para nada en contra de las sesiones, se lo dejo a quienes sí lo disfruten y a quienes sean mejores que yo en ese campo. Por ahora dejaré ese tema para otro encuentro.

Llegué a la conclusión de que prefiero sentir, mejor dicho, congelar lo que siento mediante la cámara fotográfica.

A continuación haré una aproximación sencilla sobre mi proceso sensorial en parte de la exposición Caracas siempre Caracas expuesta en la biblioteca del Banco Central de Venezuela.

A pesar de que dependerá del entorno y mi estado de ánimo he notado un patrón en mi hacer fotográfico.

Se despierta la necesidad de fotografiar algo para detallarlo o detallar algo y luego fotografiarlo. En este caso, el rostro deteriorado en la escultura de la Virgen.

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Luego escucho la sugerencia que hacen las personas que me rodean, en este caso Diora (@lacamaraylatinta) me sugirió componer la talla de madera de San Antonio en primer plano con las líneas que representan los rayos del Espíritu Santo en segundo plano. De estar solo este proceso se convierte en un diálogo conmigo mismo.

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Finalmente me desprendo de las formas inmóviles que conforman la exposición. Le pido a mi amiga Ally que se ubique en determinado punto para aprovechar la luz que está dirigida hacia el Espíritu Santo, ajusto la distancia focal para aproximar la figura de ella con el fondo, le sugiero que mire en dirección de la obra y que voltee hacia donde estoy, doy unos cuantos pasos para encuadrar, ella voltea, la foto está hecha.

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Tal parece que mi evolución sensorial se basa en detallar algo, luego reuno elementos con los que se puede hacer una composición y finalizo con la síntesis de lo considerado.

Confío en que en este 2018 Steemit siga siendo un espacio donde las personas hagan un esfuerzo por autosuperarse en el contenido que decidan publicar, sobreponiendo las necesidades interiores sobre las ganancias que puede dar el medio. Un abrazo, Silvio Loreto.