Una Travesía que no quiero repetir Nunca/Parte 4: El Momento de calma Empieza Ahora
¡Hola Hola a todos mis queridos amigos lectores! Espero que se encuentren perfectamente bien, porque eso me hace sentir de maravilla. Ojalá que sus días sean de provecho y muy divertidos, ¡porque lo merecen!.
El día de hoy, luego de un fin de semana atareado e inquietante, les traigo la 4ta parte de mi pequeña travesía en lo que fue ese viaje Venezuela-Perú que realicé. En este pedacito de la historia les contaré mi trayecto desde Ecuador hasta Perú, y si les soy sincero, a partir de acá fue que empezó la parte más suave del viaje, porque lo anterior fue terrible.
La vez anterior les comenté mi horrrenda estadía en rumichaca mientras sellaba, y luego el problema con la cuestión del siguiente bus para ir hasta la frontera con Perú, pero el problema no fue hasta ahi, y ya verán por qué.
La línea nos había dicho que los primeros 28 asientos (porque mucha gente se quedó en Ecuador) estaban reservados para nosotros, y los 12 que quedaban eran de otras personas que irían con nosotros. Por nuestra parte todo iba excelente, hasta que una señora super amaaaaaable (nótese que no lo era, y venezolana, de paso) decidió poner sus cosas en los asientos 19 y 20. Yo me le acerqué para comentarle que los miembros de la línea del bus nos habían dicho que esos puestos eran para nosotros, a lo que ella respondió "Eso no es mi problema.". Cuando me dijo eso, olvidé hasta mi nombre, porque algo que detesto en alguien es la altanería, pero, yo decidí que mis compañeros de viaje lo resolvieran.
Luego de 15 minutos de problema con la señora y toda su familia, ganamos nosotros porque los tickets tienen los números de asiento, así que no podían reclamar nada. Yo no tenía problema alguno con darle esos puestos si quería y lo pedía de una forma agradable (y sé mis compañeros tampoco), pero con gente así yo no razono, así de sencillo.
Después se haberlo iniciado, resto del viaje fue muy relajado. Me la viví dormido jajajaja. Fueron unas 18 horas de viaje, ya que llegamos a eso de las 12 del mediodía a la parada de buses, donde unos señores taxistas super cordiales nos esperaban para llevarnos hasta Tumbes (frontera Ecuador/Perú) para realizar nuestro sellado de Salida de Ecuador.
El taxi tenía WiFi, por lo que como creen, yo venía reventando el teléfono avisándole a todo el mundo que me encontraba bien.
Cuando llegamos mi padre, hermana y yo, nuestros compañeros ya estaban haciendo la cola del sellado, pero, ocurrió sorprendente: ¡No duramos ni 2 horas ahí!
En todo país hay marañas para cualquier cosa, y bueno, resulta que ahí existen 2 salas de sellado: La Normal y La de Preferencia (niños, adultos mayores, Personas con problemas de salud o discapacidad), pero si se le paga 1 USD$ al guardia, te deja pasar por ahí, por lo que todos pasamos en ese lado, y nos fuimos al siguiente edificio. Es algo que deberían aprovechar si pueden, pero sin hacer mucho escándolo. No apoyo mucho eso, pero no le deseo a NADIE lo que me tocó vivir.
Cuando fui a pasar a que sellaran mi pasaporte tenía un bigote horrible con el que parecía un delincuente, por lo que el señor me dijo "Que tenga un buen viaje, gracias por visitar nuestro país, y por favor, quítese eso de la cara, que así se verá mejor". Me puse rojo como un tomate y salí igual que una bala de ahí, pero con este nene:
Lo cómico del asunto es que los edificios de sellado de Salida de Ecuador y Entrada a Perú están MUY separados, por lo que debes movilizarte en algun medio de transporte. Allá nos estaba esperando otro miembro de la línea que nos marcó y guardó nuestro equipaje en un bus, el cual era donde nos iríamos hasta el terminal para bañarnos y esperar nuestro siguiente bus.
El sellado en este edificio fue realmente rápido debido a que no hicimos la cola del otro edificio. Cuando me tocó pasar a que me sellaran, el señor me preguntó mi edad (no creía que fuera mayor), mi profesión y a qué me dedicaba, y le dije con sinceridad mis respuestas. Luego de responderle, me dijo de manera muy amable:
Cuando me dijo eso casi me pongo a llorar, debido a que nunca me esperé tener un recibimiento tan cálido por parte de algún país, porque con lo que había pasado ya era más que suficiente, y gracias a este sello, podía decir "llegué".
Luego del sellado esperamos un rato a que nos dieran nuestras indicaciones y nos dirigimos hacia el terminal, donde esperamos el siguiente bus para ir hasta la ciudad de Lima, pero, esto lo contaré en una siguiente entrega :D
Muchas gracias por estar al tanto de lo que he estado publicando, ya que además de sentir que hago catársis, creo que podría ayudar a alguien a llevar las cosas de manera más sencilla.
Antes de irme quisiera decirles que, por favor, por lo que más, siempre sean amables y mantengan una sonrisa en sus caras. Todo eso cambia la manera en que nos ven y como nos tratan. Vamos, no hay más lindo que ser educado.
Ahora si, ¡nos leemos en otra ocasión! Los quiero 💞
Y recuerden...
Seguro la señora dijo fue: Eso no es peo mío! Qué pena que gente como esa señora y su familia se hayan ido a seguir dando mala imagen de nuestro país. No le deseo el mal, pero a gente así no puede irle bien.
P.D: Me morí de risa con lo del bigote, jajajajaja. ¿Al final te lo quitaste?
Seguramente no les ira bien, porque nadie con esas energías atraerá algo positivo.
¡Claro! Todo lo que puedo hacer para no verme tan feito, lo haré sin dudar 😂