Muy buena reflexión. Cuando veo a los niños jugar entre ellos, siento una atmósfera de felicidad. Al crecer la mayoría de los niños cambian.
Es algo curioso, cuando platico con las personas, de alguna manera trato de que ellos logren recordar aunque sea por un instante a ese niño de su interior...o será que las historias que les cuento son demasiado "inocentes y cotidianas" y logren sentir empatía al instante, jaja... ¡Un saludo a la distancia!.