¿Monstruos más feroces y sanguinarios que los nazis?

"Un ustacha que no puede sacar al niño del vientre de su madre, no es un buen ustacha". ¿Qué se te viene a la mente con esta frase?, pues define el ideal de una de las organizaciones terroristas más temibles y salvajes de la historia: la Ustacha. Liderado por Ante Pavelic, la Ustacha fue una organización marcada por el racismo religioso, la intolerancia y el nacionalismo extremo que floreció el terror sobre Croacia a inicios de los años 40. Se estima que esta organización acabó con la vida de alrededor de 1 millón de personas, entre ellas: serbios, gitanos y judíos que comprendían un tercio del territorio eslavo. ¿Y por qué fue tan temible?, pues bien, si los nazis ejecutaban a los judíos con cámaras de gas, los ustacha se decantaban mejor por desollar vivas a sus víctimas, empalarlas y quemar a niños vivos, mientras sus padres los contemplaban horrorizados. El terror fue tan abismal que enervó incluso a los mismos nazis. Herman Neubacher, un nazi establecido en Croacia, catalogó a estas salvajadas como: "El crimen más feroz de la historia que solo se puede comparar con el infierno de Dante".

Contexto Histórico: el camino hacia el terror

Antes de adentrarnos a un panorama digno del infierno de Dante, hay que considerar que, tras la Primera Guerra Mundial, el Imperio austrohúngaro se diluyó, dando luz a nuevas naciones (entre ellas Croacia), las cuales formaron parte de Yugoslavia (en ese entonces Reino de Los Serbios, Croatas y Eslovenos), con dinastía serbia. Sin embargo, la actitud nacionalista, sumado con la oposición, empezó a manifestarse con el tiempo, motivados por la autonomía serbia y la pérdida de identidad que repercutía en el resto de territorios. Gracias esto, a finales de los años 20 se formó la Ustacha, liderada por el caudillo Ante Pavelic, con el objetivo de luchar contra las autoridades yugoslavas y así conseguir una Croacia independiente que conservara su cultura y lengua. Pero no sería hasta 1941 cuando Alemania Nazi invadió Yugoslavia, consiguiendo aliarse de los ustacha para derrotar a las autoridades de dicha nación. Tras esta victoria se crea el Estado Independiente de Croacia, con la mano de Ante Pavelic y la ayuda de la Italia fascista; como resultado surgió un estado títere del Tercer Reich que comprendía la actual Croacia y territorios de Bosnia y Eslovenia.

Crímenes

Niños masacrados en Jasenovac
Fuente:es.wikipedia.org

Con el surgimiento del nuevo estado, Pavelic impuso políticas antisemitas y antiserbias, basadas en la limpieza étnica. Los principales infortunados fueron los sacerdotes ortodoxos, niños, mujeres y ancianos.

El campo de Jasenovac: el infierno en la tierra

La Ustacha contaba con más de 20 campos de concentración, siendo el más conocido el de Jasenovac, sobre todo por la masacre de niños de entre 1 y 14 años. Los niños en pañales eran descuartizados con hachas y sus cabezas despedazadas con mazas; a los más crecidos se les fracturaba las extremidades, para después empalarlos vivos ante los ojos de los padres. Un historiador de nombre Alfred Miller habría afirmado tiempo después que a los niños se los empalaba con las extremidades torcidas. En los casos más extremos, los infantes eran quemados vivos. En cuanto a las niñas, eran violadas en presencia de las madres. En otras ocasiones a los niños los ahogaban en el río Sava, aledaño al campo de exterminio.

En Jasenovac se estima que fueron masacradas 700 mil personas; de esa cifra, 70 mil fueron judíos.

Como dato extra, tenemos el testimonio de uno de los sobrevivientes a la ejecución en Jasenovac. Ladislav Grimbaum, un judío de la ciudad de Osijek, afirmó lo siguiente:

“Un día, diez de nosotros y dieciséis guardias ustacha fuimos a Jablac para instalar un cable eléctrico. Mientras estábamos trabajando nos dimos cuenta que los ustacha habían traído a un montón de mujeres y niños; pudimos ver lo que estaba ocurriendo. Los guardias ustacha que los habían traído les ordenaron que se sentasen en el suelo. Tiempo después llegaron los asesinos. Con cuchillos, barras de hierro y mazos atacaron a esa muchedumbre inerme. No sé cuántas personas habría allí. Muchas mujeres sujetaban con firmeza a sus hijos en sus brazos y fueron asesinadas así. Desde mi puesto de trabajo vi con mis propios ojos el asesinato de mi esposa e hijos. Me habría caído del poste, horrorizado, de no haber estado sujeto al mismo. No podía hablar y tuve dificultad para contarlo más tarde”.
Fuente:elpais.com

Método de las agujas

Este método consistía en incrustar agujas debajo las uñas de la víctima; y por si no fuera mayor cosa, las heridas abiertas eran bañadas con sal.

Masacre contra las mujeres, ancianos y sacerdotes ortodoxos

La crueldad ustacha se acentuaba más en mujeres y ancianos. Al igual que las niñas, las mujeres eran violadas, para luego cortarles los pechos y brazos; a las embarazas se les abría el vientre para extraer al feto y matarlo. Un caso conocido es el del sacerdote Spaso Lavruja quien tuvo que ver cómo asesinaban a su esposa embarazada para sacar al bebe. De allí la famosa frase: "Un ustacha que no puede sacar al niño del vientre de su madre, no es un buen ustacha".

Los ancianos tenían una muerte aún más tortuosa, pues se les extirpaba los ojos, se les cortaba nariz y boca para ser después enterrados vivos.

Cientos de sacerdotes ortodoxos fueron asesinados. No obstante, el caso más conocido es de Branko Dobrosvljievic a quien le cortaron el brazo y despellejaron. Otro caso fue el sacerdote Milanovic quien fue obligado a ver cómo mataban a su hijo.

El "Cortaserbios"

Srbosjek
Fuente:es.wikipedia.org

Conocido en croata como srbosjek, este cuchillo se caracterizó por ser muy usual entre los ustacha, su finalidad era evitar un dislocamiento de muñeca y brindar mayor comodidad para la ejecución.
El carnicero más conocido poseedor de esta arma fue el sacerdote franciscano Petar Brzica, quien degolló a más de 1300 personas, todo a causa de una apuesta entre franciscanos. Quien conseguía degollar más víctimas tendría su premio. Brzica fue recompensado con un reloj de oro, una vajilla de plata y un exquisito cerdo asado.
Fuente: www.youtube.com

Coleccionistas de partes de cadáveres

El periodista Curzio Malaparte escribió un reportaje sobre la Segunda Guerra Mundial, en ella menciona una entrevista que tuvo con Ante Pavelić en la que vio un cesto que en un principio lo tomó como un costal de ostras sin concha: "parecía estar llena de mejillones y ostras sin concha"; cuando preguntó a Pavelić para verificar que estaba en lo cierto, este le respondió con sorna que se trataba de un regalo de sus hombres; en realidad, eran 20 kilos de ojos. Hasta el día de hoy existe un debate si esto es cierto o no. Se dice que esta anécdota fue tomada de una de sus novelas de ficción llamada Kaputt; aun así, este hecho se encuentra en publicaciones oficiales redactadas por el Ministerio de Belgrado.

Así mismo los sobrevivientes de ese holocausto afirmaron que las orejas y narices de las víctimas fueron usados como collares por los soldados, así como los ojos y la lengua.

Nazis asqueados

Como se había mencionado al principio, los métodos de tortura ustacha superaban en crueldad y sadismo al de los nazis, a tal punto que estos últimos los consideraban excesivos y poco eficaces. Incluso Neubacher lo había comparado con el mismo infierno.

Así mismo el general austriaco Glaisse von Horstenau expresó su descontento e impotencia a través de un diario en 1942, en el que decía: " Los ustacha degollaban cientos de personas en los dos lados del río Sava. Cuando degollaban en nuestra parte, nosotros difícilmente podíamos soportar los gritos de los hombres, mujeres y niños. Les degollaban y les abrían el abdomen antes de tirarlos al río".
Fuente:www.libertaddigital.com

Esto supuso el comienzo de la debacle ustacha, pues el mismo Adolf Hitler estaba en oposición a ese nivel de violencia, por lo que puso tropas nazis al mando de Heinrich Himler para controlar la región de los Balcanes.

Fin del horror

Todo comienzo siempre tiene un final y la Ustacha no fue la excepción. Con Heinrich Himler al mando de los Balcanes, emergió una serie de conflictos internos y desconfianza en los ustacha, fruto de la pérdida de poder. Peor no podía ser, cuando en 1945 la Ustacha tuvo que afrontar la sublevación de los Chetniks, una guerrilla serbia. Con muchas bajas, la Ustacha se encontraba debilitada, y con la llegada del Ejército Rojo (avalado por el ejército yugoslavo), los dirigidos de Pavelić fueron definitivamente derrotados, lo que supuso no solo el fin de la Ustacha, sino del territorio independiente croata y la influencia nazi y fascista. Muchos, entre ellos Pavelić, tuvieron que huir de la nación a otras tierras bajo la protección de la Iglesia católica. Algunos de los prófugos lograron ser detenidos y extraditados para afrontar una condena ardua, lo que se conocería después como la masacre de Bleiburg. Los que lograron huir, en cambio, se les perdió la pista para siempre. Desde luego, en esa lista se encontraba el sacerdote franciscano Brzica, que huyó a Estados Unidos para desaparecer sobre la faz de la Tierra para siempre.

Ante Pavelić vivió una odisea de persecuciones y paranoia; había huido a Argentina, bajo la protección del presidente Juan Domingo Perón. Allí intentó organizar atentados terroristas contra la Yugoslavia de Tito. Cuando los yugoslavos se enteraron que Pavelić estaba en el país americano, un montenegrino se infiltró en la guardia de Pavelić, logrando herirlo de dos balazos. En el hospital, recomendaron huir a Pavelić ante la amenaza de ser extraditado. Huyó a España disfrazado de monje católico y allí murió a causa de sus heridas.
Hoy en día sus restos se encuentran en el cementerio de Madrid.

Era post- ustacha

República Federal y Socialista de Yugoslavia

Con la unificación de Croacia a Yugoslavia, bajo el mando del mariscal Josip Broz Tito, la nación balcánica viviría un período de prosperidad con la Unión soviética como aliada. Tito intentó con éxito mantener a los territorios unidos. Sin embargo, tras la muerte del mariscal en 1980, Yugoslavia atravesó una crisis sociopolítica, motivada por el creciente nacionalismo de las naciones eslavas. No sería hasta la década de los noventa, en que veríamos nuevas naciones como Croacia, Eslovenia, Bosnia, entre otros; y el comienzo de una sangrienta guerra civil que se iría de largo en la última década del siglo XX. En la actualidad, los últimos países en independizarse de Yugoslavia fueron Montenegro y Kosovo, en 2006 y 2008 respectivamente.

Conclusión

La Ustacha fue una organización cegada por el nacionalismo y el catolicismo. La forma más idónea para hacer valer su ideología fue implementar un salvajismo fuera de este mundo, que acabó con un tercio de la población. Desde el empalamiento hasta ver morir a tu hija o hijo bajo las llamas son cosas que afortunadamente en la actualidad solo se vive en una novela o una película de terror.

Este ha sido uno de los puntos más negros de la historia, espero que les hay gustado y, sobre todo, que les incentive a adentrarse más en el tema. Antes de despedirme les dejo un enlace que les llevará a un video en el que muestra cómo capturaban los ustacha a los campesinos. Así mismo recomiendo ver los enlaces de la fuente que validan este artículo.

Fuente: www.youtube.com

¡SALUDOS!

Fuentes

Fuente: www.youtube.com
Fuente: www.youtube.com
Fuente: elretohistorico.com
Fuente:www.libertaddigital.com
Fuente:www.ecured.cu
Fuente:elpais.com
Fuente:es.wikipedia.org
Fuente:es.wikipedia.org