Leyenda urbana: Cita con una chica muy especial.
Esta historia recuerdo haberla buscado hace un par de años, cuando iba en 5° de Primaria. Me habían dejado de tarea buscar 5 leyendas urbanas, entre las que me encontré por Internet en aquel día, una de las que más me gustó fue Cita con una chica muy especial.
Esta leyenda me trae muy bonitos recuerdos, recuerdo que mientras la transcribía a mi libreta aquella leyenda, yo pensaba en la niña que en aquel entonces me gustaba, su nombre era Luz. A pesar de mi corta edad, yo tenía sentimientos honestos, intensos y leales hacia las pocas niñas que me gustaban. Hasta hoy en día sigo teniendo mis sentimientos exactamente igual a como los tenía en aquellos días, cambié físicamente, pero no por dentro, no de forma emocional ni sentimental. Recuerdo que fue en una tarde y me dio la noche escribiéndola, recuerdo que ni siquiera estaba en mi computadora, sino en la de mi hermana, puesto que la mía se había dañado.
Espero que si alguien encuentra este post y está leyendo esto, que le traiga los mismos recuerdos que a mi en el futuro, que esté muy enamorado de una chica y piense en ella mientras transcribe esta bonita historia. Que recuerde cada detalle, y recuerde los bonitos momentos e ilusiones que vivió cuando estaba enamorado de esa chica, todas las tardes, todos los días, todas las noches y lo que hacía durante esos tiempos, lo que sentía y la forma en que se dejaba llevar por la fuerza del amor.
(Perdonen si me veo muy cursi o muy sentimental con todo lo que estoy escribiendo, pero así soy yo).
Me encanta recordar cosas, y es por eso que decidí postear esta bonita leyenda en mi blog. Se las dejo con las esperanza de que experimenten lo mismo que yo cuando la leí por primera vez.
Cita con una chica muy especial.
En Monterrey hay una casa muy vieja y ahí vivía una chava muy bonita, cabello castaño y chino, piel blanca… era un poco pálida. Un chavo era nuevo en la colonia y se enamoró de ella aunque ella no le tomaba importancia.
Ella siempre estaba encerrada en su casa. Un día el chavo le preguntó que si quería salir, ella no le contestó. El siguiente viernes le preguntó:
- ¿A dónde vas?
Ella no respondió y siguió caminando. Él la esperó frente a su casa, tardó mucho en llegar, y cuando ella llegó, llegó llorando. Él le preguntó:
- ¿Qué pasó? ¿Qué te hicieron? ¿Por qué lloras?
Ella fue lo abrazó llorando y le dijo que no podía verlo más, que ella lo quería, que no le quería decir por miedo a que él no la quisiera, y él le dijo que él la quería mucho. La chava sonrió y el chavo le preguntó que porqué ella no podía verlo más, y ella le dijo que la siguiera. Él la siguió al hospital y le dijo que preguntara por una chava que él no conocía, pero él preguntó por ella, fue al cuarto y vio a la misma persona quien estaba parada al lado de él. Ella le dijo que estaba en coma y por eso no lo podía verle más.
Él no huyó, se quedó y la acompañó pero ya era de noche y durmió sentado al lado de ella, tomándole la mano. El espíritu desapareció.
Al día siguiente en la mañana una enfermera los encontró a los dos muertos tomados de la mano.