SED PROHIBIDA: "CAPITULO I" LA PRIMERA MIRADA (Novela original)
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LA PRIMERA MIRADA
Mi nombre es Josthyn Bleid soy un chico común de 16 años edad, vivo con mis padres en chicago “USA” o mejor dicho vivíamos en chicago, mi madre es profesora de historia y mi padre es uno de los jefes de una empresa que se encarga de talar árboles y extraer madera, mi padre fue transferido a la pequeña ciudad de “BARROW” una ciudad estadounidense, Barrow se encuentra rodeada de montañas caracterizado por inviernos muy largos y fríos (de octubre a abril). Los ríos y lagos incluso, el océano mismo se congelan ante el implacable y tan largo invierno, y con edificaciones muy antiguas como si estuviera viviendo en el siglo diecinueve.
Yo dejé toda mi vida en chicago, mis amigos y el resto de mi familia, tantas cosas que quería hacer, de pronto todo para mi dio una vuelta de 360º dejándome en BARROW, la ciudad con tan paco sol y demasiadas nubes.
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Pero BARROW nos es la típica ciudad simple y pacifica que muchos creen, solo los que viven en ella saben los secretos que oculta, llegamos aquí hace solo un mes y a mis padres al parecer les agrada mucho esta ciudad y no sé por qué, desde hace un par de meses los he notados muy extraños como si me ocultaran algo, mi padre sale al bosque desde el amanecer hasta el anochecer, eh incluso después de que llega de su trabajo sale por las noches diciendo que tiene que hacer cosas con referente a su trabajo.
Hoy es mi primer día de escuela en Barrow High School y mi madre era la nueva profesora de Historia, así que nos fuimos juntos.
Hoy era un día muy nublado casi parecía que era de noche, todavía no me acostumbro a este clima, al llegar, me quedé impresionado, era una escuela grande y a simple vista se podía notar lo antigua que era, muy amplia y estar acompañado de mi madre era algo vergonzoso. Sentía que todos nos miraban, susurraban y reían muy discretamente, estaba avergonzado pero los miraba a todos con mucha superioridad, no podía mostrar debilidad alguna ante ellos o seria el bufón de aquí.
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Después de retirar mi horario, mi madre me deseó buena suerte. Enseguida sonó el timbre indicando que ya tenía que entrar a la primera clase, biología en el aula B4, me perdí, llegué tarde y al entrar vi que ya todos habían llegado y se me quedaron mirando.
-Buenos días, jovencito. Tú debes ser Josthyn Bleid. – dice el profesor.
-¡SI Sr! -respondí rápidamente.
-Te estaba esperando, un anuncio muy importante este año: tenemos dos estudiantes nuevos. Él es Josthyn Bleid y ella es la señorita Ashly Beicker levántese señorita Beicker para que todos saluden.
Al final del salón se levantó una chica hermosa de bella figura, con una cara angelical y un cabello largo de color castaño rojizo, sus ojos eran tan penetrantes, por unos segundos hicimos contacto visual y no sé lo que me pasó pero había algo en ella que me impedía voltear la mira como si estuviera hipnotizado.
-Sr Bleid… ¡SR BLEID!
Cuando reaccioné, el profesor estaba pidiéndome que tomara asiento, me senté dos asientos más atrás de Ashly en la fila del a lado, esta sensación que sentí al cruzar mirada con ella fue tan extraña, como si sintiera odio, miedo y atracción todo al mismo tiempo por un momento no podía dejar de mirarla, pero poco a poco todo eso que estaba sintiendo fue desapareciendo así que no le di mucha importancia. Las clases transcurrieron hasta que llegó la hora del almuerzo, sonó el timbre y salimos del salón, fui a guardar mis cosas en mi casillero.
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Me dirigí deprisa a la cafetería moría de hambre y me perdí nuevamente, no la encontraba, tuve que preguntar para poder llegar, cuando llegué hice fila para comprar mi almuerzo y cuando voy en busca de una mesa, pude ver a la señorita ASHLY, estaba sentada con otros dos chicos, y en todo el almuerzo estuvieron hablando como si se conocieran.
Al finalizar las clases, me apresuré en salir de la escuela para no encontrarme con mi madre y funcionó. Al llegar a casa estaba en la cocina comiendo algo y de pronto alguien tocó la puerta, fui rápidamente porque seguro era mi madre, al abrir no había nadie, salí de la casa pero no puede ver a nadie, fue un poco extraño pero no le presté mucha atención.
Tal vez fue un niño que quiso jugarle una travesura sus nuevos vecinos. Cierro la puerta y a los 30 segundo tocan de nuevo, abrí de manera brusca, pero ésta vez mi madre estaba allí.
-¿Por qué abres de esa manera, me quieres matar de un susto? –dijo un poco molesta.
-Perdón es que creí que era un niño del vecindario que… olvídalo.
-No importa, voy a ir a preparar la cena para tu padre.
Mi cuarto queda ubicado en la parte de arriba de la casa, es grande y espacioso con una ventana que da vista hacia la calle principal de nuestro vecindario y puedo ver desde mi ventana muchas de las casas que quedan cerca de la nuestra.
Después de la cena y organizar mis cosas me quedé completamente dormido. De pronto en medio de la noche oigo un ruido tan fuerte que me despierta, veo la hora y son las 2:00 AM , seguramente hay gatos aquí, pero en seguida vuelvo a escuchar el ruido y fue un sonido muy extraño, difícil de explicar. Provenía de afuera de la casa, me levanté y fui hasta la ventana para ver qué era pero no logré ver nada, no había nada fuera de lo común, una noche algo oscura con la luna
llena emergiendo de entre las nubes, todo muy tranquilo.
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De repente y de la nada lo escuché con tanta intensidad como si estuviera a mi lado, mi corazón se detuvo por un minuto, no lograba localizar de dónde provenía. Los perros del vecindario empezaron a aullar sin control, entonces lo vi. Una sombra al final de la calle, estaba caminando hacia el otro lado de la acera muy lentamente, moviéndose de una manera muy turbia como si le costara caminar. Los perros no dejaban sus ladridos, cada vez lo hacían con más intensidad, más fuerza.
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Se me puso la piel de gallina. De pronto la sombra cae de rodillas en el piso con las manos en sus oídos como si el sonido de los perros lo atormentara, la sombra extraña y misteriosa emitió un sonido que yo nunca había escuchado en mi vida era tan fuerte y tan agudo, traté de tapar mis oídos con mis manos, pero fue inútil, caí de rodillas en el piso, no lograba apaciguar lo, ni siquiera lograba escuchar a los perros. Un enorme escalofrío recorrió todo mi cuerpo acompañado de un miedo inmenso que me hacía temblar, era como si me estuvieran apuñalando los tímpanos, no resistí más, todo se nublo y perdí el conocimiento.
CONTINUARA.......