Viaje a la selva amazónica. Ultimo capitulo: Cusco (2)

Ultimo día en Cusco.
Teniamos que aprovechar y ver todo lo posible de esta ciudad con muchos matices culturales y artísticos.
A primera hora de la mañana entramos en un mercado del barrio donde nos alojábamos. Allí desayunamos. Los mercados nos resultan interesantes por que, de alguna manera, dan información de las gentes del lugar, de sus costumbres, cultura, su grado de desarrollo, etc.

Después nos dirigimos hacia el centro neuralgico de la ciudad, que se caracteriza por la gran Plaza de las Armas.

Las grandes iglesias, catedrales, están muy presentes en la ciudad. Catedrales de robustos muros, muy en el estilo español, producto de la conquista. Les "evangelizamos"... les dominamos...

En el centro de la plaza este monumento al orgullo indígena de estas tierras. Los antepasados indígenas que fueron sometidos por los conquistadores españoles y expoliados durante mucho tiempo. No lo olvidan.
La simbologia de esta estatua del orgullo indígena, nos remitía al deseo de los actuales peruanos de no olvidar sus orígenes y a sus antepasados por encima de la injerencia española.

Saliendo de la Plaza de las Armas, fuimos a parar al mayor mercado de la ciudad. Una autentica maravilla. Un espacio enorme: El Mercado de San Pedro.
Riqueza total de colores, olores, sensaciones, ruidos, gentío por todas partes...

Lo dicho anteriormente: los mercados son un reflejo fiel de la sociedad donde se encuentran...

Visitamos esta casa noble con reminiscencias del arte mudéjar, manifestaciones genuinas fruto de la convivencia de las culturas musulmana, cristiana y judía, en los reinos hispánicos y que los conquistadores trasladaron a Sudamérica.

Me fotografié con esta mujer, autentica mujer peruana indígena, con una pequeña llama.
Lo más curioso de la foto es que, aparentemente, la mujer no lleva nada en la espalda, pero sí...

Y ya nos despedimos de este viaje a las profundidades de la selva amazónica peruana.
Después de cada viaje, si sabes vivirlo y aprovecharlo, vuelves con la mochila mental cargada de muchas sensaciones y sobretodo de valores humanos (en ocasiones valores negativos). El mundo es una gran olla donde se cuece el ser humano y hay tantos matices de seres humanos que enriquecen este mundo, que lo hacen único.
Deseamos de todo corazón que hayamos sido capaces de trasladaros nuestros sentimientos acumulados en este viaje.

Nos despedimos con dos instantáneas de la Plaza de las Armas...

Hasta la próxima...

"El Viajero"