Cuando seas mamá, cuando nazca tu bebé

tú y solo tú decidirás si amamantar, si dormir con él, si llevarlo en brazos, si dejarlo llorando, si gritarlo, si empezar a enseñarle quien manda...si escucharlo a él o a ella, si escuchar tu instinto y tu intuición. Ojala que así sea, porque es tu cuerpo, tu maternidad, tu bebé; ojala también que decidas libre de prejuicios, de miedos, de expectativas.....de ataduras, bien informada.

Pero te quiero advertir que si lo amamantas, lo llevas pegadito a ti, duermes con él; corres el riesgo de fusionarte con tu bebé y volverte una mujer que escucha con más facilidad su instinto y su intuición.

Porque ser mamá y permitirte fluir con tu bebé es una revolución total; una revolución difícil, llena de subidas, bajadas, colores, luces y sombras.

Es, si tú lo permites, un camino hacia tu interior, al reencuentro contigo misma que lejos de transformarte en otra, te conecta con tu propia esencia. El camino puede estar tupido de miedos, de heridas, de carencias, de rabias; habrá que moverse a veces de forma cautelosa, volvernos observadoras de nosotras, de nuestras emociones, de nuestros sentimientos y encontrar en el fondo la verdad :un susurro o un grito de eso que tenemos que sanar.

Algunas veces no tendremos tiempo de movernos cautelosas, pero si de observarnos, serán esos momentos en que la vida se nos presentara como un huracán que al cesar dejará la verdad al descubierto: nuestra sombra, nuestras heridas desnudas para ser sanadas.

Algunas veces podremos transitarlo solas, otras veces necesitaremos la compañía sabia y respetuosa de alguien. La maternidad es una oportunidad de sanarnos, pero quiero aclarar que es mucho mejor aún si antes de decidir tener una relación de pareja y de decidir tener un bebé, inicias un camino de autoconocimiento, aceptación y amor; con esto, no podrás librarte de lo que sucede cuando se tienen hijos: los sentimientos, las emociones, las sombras, pero con un mejor conocimiento de ti y de lo que puede suceder, será más fácil gestionarlas;

de todas formas si ya eres mamá ( estas embarazada o tu bebé esta por nacer) no será un camino fácil si decides dejarte fluir, entregarte y fusionarte con tu bebé; es mas fácil repetir la historia y simplemente actuar de forma automática; irónicamente aunque sea difícil despedirse de ellos y verlos tan poco tiempo, es más fácil no estar en la casa y ver a tus hijos en las mañanas y en las noches, es más fácil también para mantener este sistema, desprenderte de tu bebé a los tres meses.

Así que puedes decidir no amamantarlo * ( hay una aclaración al final del texto), incluso si decides alimentarlo con otra leche, puedes decidir que otros lo hagan por ti, puedes dejar que tu bebé duerma en su cuna, incluso en otra habitación, puedes dejarlo llorando porque así te enseñaron, porque así lo dijeron otros, puedes ignorar sus pedidos, sus llantos, puedes amamantarlo cada tantas horas como dicen los expertos, puedes dejarlo a un lado para no perder el amor de tu pareja; puedes hacer todo eso, sin si quiera cuestionarte, sin saber al menos porque lo haces; tal vez así no corres el riesgo de fusionarte con tu bebé, de conectarte contigo misma, tal vez así es más fácil cumplir con los requisitos de nuestra sociedad.

Cuando nazca tu bebé, tal vez te parezca que es mejor empezar a destetarlo cuanto antes, desacostumbrarlo a ti; pronto hay que reiniciar el trabajo y en nuestra sociedad es más fácil acostumbrar a los bebés, acostumbrarnos nosotras, que exigir nuestros derechos. Es más fácil llenar la nevera de nuestra leche recolectada y buscar quien cuide a nuestro bebé.

Que no se nos ocurra pedir más tiempo de licencia de maternidad, porque no es conveniente; es mejor adaptarnos.

Que no se nos ocurra creer que la salud emocional es importante y pedir ayuda de psicólogos/psicólogas, doulas, educadores etc., para las nuevas madres ( los nuevos padres y las nuevas familias).

Que nos se nos ocurra decirle a esa mamá que se dedique tranquila a su bebé, que se desconecte del mundo y se conecte a si misma y a su nueva criatura.

Que no se nos ocurra brindarle todo el apoyo para su bienestar; quien más necesitada de amor, contención y ayuda que una madre.

A quien le conviene que una mamá tenga suficiente tiempo para fusionarse con su bebé, a quien le conviene que una mamá se transforme en una mujer que se ama, que se valora y que ha comprendido que ser mujer no es lo mismo que ser hombre, que llevamos la semilla y que nutrimos al mundo de diferentes maneras; a quien le conviene que el mundo se entere que una sociedad desmadrada es una sociedad sin amor, fácil de manipular.

Que al gobierno, a los empresarios, a los empleados, a nosotras mismas no se nos ocurra pensar, proponer, pedir que las mamás podamos trabajar de otras formas; respetando y honrando quienes somos. A quien le conviene que trabajemos con nuestros hijos en casa o en el lugar que sea posible.

Quien puede creer que la licencia de maternidad es conveniente para todos, que los espacios y tiempos que brindan las empresas para que las madres amamanten a sus hijos son suficientes para una nueva vida, para quien el calor y el alimento de mamá que es leche y amor lo son todo; quien puede creer que tu bebé estará muy bien al cuidado de otros en casa o en la guardería.

Hay que confiar en la vida, pero es hora de que empecemos a confiar en nosotras; hay que aceptar la vida y dejarnos fluir, entonces ojala sea fácil aceptar que somos mamás, que nuestros hijos dependen de nosotras, que somos su mundo y si nos dejamos fluir tal vez otras soluciones vengan. Entonces ojala sea fácil aceptar que las mujeres nos necesitamos, que debemos honrarnos, cuidarnos, respetarnos, unirnos, sanarnos.... que somos una con la madre tierra.

Que no se nos ocurra sanarnos, pedir ayuda!, que a nadie se le ocurra decir que las mamás ( los papás y su familia) necesitan apoyo, información y sanación emocional, para que desplieguen todo su potencial y den lo mejor de si, para intentar no repetir más maltrato; es mejor que sigamos los mandatos heredados, después de todo así somos casi todos, nos ha ido tan bien que hasta hay abogados, médicos, arquitectos, futbolistas, cantantes y actores famosos y adinerados, incluso hay quienes no son profesionales y saben ganarse la vida; es mejor que repitamos la cadena; entonces gritemos, castiguemos, humillemos, controlemos, abandonemos, sigamos maltratando así sea sutilmente, no le contemos a nadie, ni a nuestros hijos que nos equivocamos tantas veces; si es solo para seguir reproduciendo y produciendo, lo estamos haciendo bien. Si es para crear personas obedientes y trabajadoras, pero desconectadas de si mismas y desbalanceadas emocionalmente sigamos en el mismo lugar. Pero si queremos personas felices y completas, tal vez tengamos que probar otras maneras.

Si queremos algo nuevo, otros resultados; empecemos por aceptar el mundo como es: con sus opuestos, con sus dilemas, con su doble cara, como nosotros; hay que aceptarnos como somos, amarnos ( lo que somos y lo que hemos sido), reconocer nuestra fragilidad, nuestra necesidad, y para eso necesitamos mirarnos dentro; recorrer un mundo desconocido, dejar al descubierto las heridas; en otras palabras emprender un camino de sanación..... Entonces tal vez todo empiece a ser diferente, todo empiece a llenarse de amor, de luz, entonces quizá no encontremos otra forma de conectarnos que no sea el amor. Tal vez así dejemos de actuar en automático, repitiendo sin hastiarnos.

Johanna De León
Educadora materno infantil
Gestaltista
Educadora en Mindfulness para bebés/mamás, niños, adolescentes y cuidadores