insecticida relato 1/2

Después de 2 años de convivir solo me acostumbre a solo tratar con personas en mi trabajo y cuando vuelvo a mi casa me concentro en lo que verdad me importa, la música. Se vuelve muy rutinario todo pero así lo prefiero y no ser un hipócrita que sale a fiestas donde no está cómodo y finge pasarla bien solo para no parecer un bicho raro soy así y así me encanta ser.

Anoche fue uno de esos pocos momentos en donde la soledad me pesa y entro en depresión, pero la se sobrellevar solo me embriago con una buena botella de ron toco canciones nostálgicas que me recuerden de momentos mejores en mi estudió hasta caer desmayado de ebriedad, fue eso lo que hice, apenas entro en conciencia la resaca se hace sentir, me doy cuenta que me quede dormido encima del piano de cola ya eran un poco más de las 8 AM peculiarmente temprano para levantarse un domingo pero un hambre voraz me había hecho despertar.
La música en mi vida empezó como mi ocio pero le pude empezar a sacar provecho vendiendo letras y melodías por internet era algo así como un FreeLancer musical y me daba para costear un buen estudio en mi propio apartamento, donde pasa la mayor de mis partes no laborables. Salgo de la habitación rumbo hacerme un desayuno digno de una resaca infernal, apenas abro la puerta nota una quietud extraña, vivo en pleno centro de la ciudad, a pesar de ser domingo habitualmente siempre hay mucha gente y ruido que se filtran por la paredes y llegan a mi hogar (una de las razones por las que me gustaba estar en mi estudio insonorizado).

No lo hago mucha mente a la situación y voy a preparar el desayuno, en mi rutina de tomar un café y fumar un cigarrillo en el balcón me doy cuenta que las calles están solas casi como si fuese una ciudad fantasma ni autos ni personas en las calles, enciendo la tv solo para darme cuenta que solo se ve estática, la situación me intriga y trato de ver las noticias en mi celular pero no tenía señal telefónica y el Wifi tampoco funciona.
Una hora después de tan extraña situación decido ir a la calle para tal vez encontrar a alguien que explique qué pasa, en mi mente solo pasa que hubo una revolución social y el único que no se enteró fui yo. Apenas estando en la entrada de mi edificio escucho algo aterrador eran como mil motosierras prendidas al mismo tiempo, cientos de motores eléctricos sonando al unísono era algo indescriptible, todo retumbaba en mi cabeza que pareciese que fuese e explotar sobre mis hombros, el temor se apodero de mí y entro de nuevo lo más rápido posible.

Espero que les guste dentro de unos días subiré la segunda parte, me gustaría saber a través de sus comentarios si fue de su gusto mi pequeña historia.