Así como el titulo de la primera película de la Guerra de las Galaxias, Una Nueva Esperanza, así es el sentir de estos primeros días del año en el país. El renacer de una luz que muchos creíamos apagada desde hace un año, y que se ha atenuado progresivamente en los últimos 20 años. Yo creo fervientemente en la libertad de pensamiento y expresión, basándose siempre en el respeto al otro, así que pienso que sin importar cual sea tu orientación política tengo derecho a divulgar la mía... y pues soy total opositor al actual sistema de Gobierno en Venezuela, la llamada Revolución Chavista.

He vivido todo el periodo de gobierno del difunto Chávez y del actual usurpador del poder ejecutivo, que no vale la pena nombrar en este post; ambos personajes detestables de nuestra historia contemporánea quienes hundieron al país en una de las peores crisis humanas de la historia de la humanidad. El objetivo de este post en realidad no es venir a discutir o analizar todo el deterioro que se vive en la actual Venezuela, creo que ya es de dominio publico todo lo malo que se vive en nuestras calles, universidades, escuelas y hospitales... lo que si quiero destacar es que ha llegado finalmente un nuevo personaje a la escena política venezolana.

El venezolano Juan Guaidó se ha convertido en Una Nueva Esperanza para todos los venezolanos que aun vivimos en el territorio nacional y también de todos aquellos que viven en tierras extranjeras. Es el más reciente presidente de la Asamblea Nacional y desde el 23 de Enero asumió la presidencia del país en vista de que el cargo fue usurpado por una persona que no logro legítimamente el cargo de presidente, y además de todo tiene 0 apoyo del pueblo venezolano, cuestión demostrada en las calles ese mismo día cuando muy pero muy pocas personas salieron a apoyar al gobierno rojo, o por lo menos así se vio en mi ciudad, Maracay.

El pueblo de Venezuela ha visto pasar a muchas personalidades por la dirigencia de la oposición y creo yo que la gran mayoría a despertado cosas muy positivas en todos nosotros, esto que estamos viviendo hoy no es el resultado de unas pocas semanas de trabajo por parte de la oposición, esto es un trabajo de muchos años, de muchos fracasos, de muchas traiciones y también de triunfos. Por lo tanto siento que lo primero que debemos de tener en cuenta es el agradecimiento a todos aquellos que han sido parte del camino de la luz que vemos hoy al final del túnel. El túnel ha sido muy oscuro y muy largo, pero hermano venezolano, créanme que ya estamos cerca de llegar al final de ese horrible túnel en nuestra historia.

El presidente Guaidó a convocado una ruta muy especifica para lograr el cambio certero en el gobierno venezolano, hacer que cese la usurpación de poder por parte de los Chavistas destructores, lograr implantar un gobierno de transición y conseguir lo más pronto posible la realización de elecciones libres para escoger con la verdadera voluntad del pueblo los nuevos lideres que saquen de la crisis al pueblo. 

Las buenas intenciones ya están sobre la mesa; el juego que ajedrez que se presenta no es para nada fácil, los movimientos y las decisiones tienen que ser hechas con mucha cautela, no es el momento de los intereses propios sino del interés común y eso es algo que parece tener bien clara la actual oposición. Principalmente, se debe tener en claro que no es momento de retroceder... es ahora o nunca el cambio de gobierno, y quiero destacar que no solo será un trabajo de la política, también es un trabajo de la sociedad, un trabajo de la ciudadanía honesta y trabajadora que levante la República. 

Creo que el principal punto a favor que tenemos en esta ocasión es el apoyo de muchos países alrededor de todo el mundo, todos ellos se ha dado cuenta que nuestros problemas no so falsedades sino realidades, y están claros que es momento de dar un parado a tanto deterioro.