Esa niña, diríase que nunca te ha abandonado; ella sigue ahí, disfrazada detrás de la sonrisa del gato de Cheshire, revelándote lo paradójico que puede llegar a ser crecer y sobrevivir siendo Alicia en un país donde el reto está en encontrar la chistera donde se ocultan las verdaderas maravillas. De cualquier manera, es la Musa que llevas contigo y quizás sea la responsable que te susurre al oído unos poemas tan geniales. Lástima que al final, la policía sea la nota discordante.
Lo que dices es muy bonito, pero además es para tenerlo en cuenta, y lo haré. La policía siempre está ahí, es como la personificación de lo sólo racional, pero escapan de ella precisamente por eso.
Recuerda que a lo mejor es necesaria a la hora de volver. Pero de cualquier manera, me viene a la memoria la célebre frase de Scotty, el periodista de El enigma de otro mundo, cuando decía aquello de: 'vigilar el cielo, no dejéis de vigilar el cielo.. Haz tú lo mismo: vigila y escucha a esa niña, no dejes de vigilarla y escucharla. Amén y buenas noches.