La realidad de un país en crisis: Venezuela

in #spanish7 years ago

Una sensación: hace rato estamos cercados, un buen rato, mucho rato quizás. Nuestras vidas han sido tomadas. La realidad, cada vez más, solo es una, uniforme y plana; solo tiene un nombre. La política, lentamente, parece haberse adueñado de toda nuestra existencia. 

Es, como bien dicen, una intoxicación. Nos ha puesto a su servicio, en cualquiera de sus bandos. Ha invadido todo. Hasta las emociones y los afectos, hasta el sentido lúdico y el ocio. No hay una hilacha que no ha sido tocada. La política es nuestra única ceremonia cotidiana. 

¿Qué vida estamos viviendo? En Venezuela. No gobierna la economía, el mercado, el desempleo o la inseguridad social. Gerencia nuestra existencia personal. La República Bolivariana de Venezuela es una goma de borrar. Su eficacia consiste en arrasar con todos nuestros pequeños sentidos de la vida. Es una mayúscula que no respeta las diversidades mínimas del vocabulario. Un país, también, puede ser una marca. 

Chávez and Company. Bolívar-Acme. Venerrefundados. Mar-feliz Inc. Pónganle el nombre que quieran. Eso somos. Y, más allá de la postura que cada quien tome frente al poder, todos al final nos encontramos igual, con la misma necesidad de resistir. 

Hay una urgencia aun mayor que la de ser chavista o antichavista. Es un desafío que simplemente se estira en la sobre vivencia, en la apremiante falta de espacios, en la dramática necesidad de recuperar la vida privada, la locura, el goce, la diferencia. Lo colectivo no es un diálogo, no es lugar para compartir. Ya lo sabemos. Sólo es una invitación a diluirse. La patria es una asfixia. Defender el íntimo desorden de cada uno, quizás, es ahora las más revolucionarias de todas las tareas. Cambiemos y solo lo haremos, votando. 


Agradecimientos a Pixabay por las imágenes.