¡Hola, gente de Steemit! Hoy, después de dos tristes meses de inactividad, vuelvo a encender mi computador con el objetivo de escribir algo para esta gran comunidad. Supongo que muchas cosas habrán cambiado desde la última vez que estuve por aquí, pero desde hoy me daré la oportunidad de volver a empezar. Son infinitos los pensamientos que pasan por la mente y quieren ser expresados con urgencia a través de un escrito, así que no pienso dejar que las ocupaciones vuelvan a quitarme el gusto de compartir conocimiento, experiencias y sentimientos por este medio. Por lo tanto, bienvenidos de nuevo a este blog. Espero que cada visita sea totalmente placentera.

En esta ocasión, para dar un buen nuevo comienzo, empezaré una serie de publicaciones a la que espero dedicar mucho tiempo de calidad. Se trata de Cosas Trascendentales, un espacio en mi blog en el cual compartiré, de manera breve, ciertas enseñanzas fundamentales que he podido entender en mi vida. Estas enseñanzas van más allá de cualquier conocimiento técnico, pues en su gran mayoría son extraídas del libro que dirige mis pasos: La Palabra de Dios. Algunas de las publicaciones involucradas en Cosas Trascendentales serán resúmenes de enseñanzas que he tenido la oportunidad de compartir con otras personas en distintos contextos gracias a la iglesia a la que asisto, y otras serán simplemente fruto de alguna reflexión personal o de un tiempo de oración.

No pretendo alargar mucho más esta introducción. Reciban una cálida bienvenida al primer post de Cosas Trascendentales. Con ustedes, FUSIÓN NUCLEAR.

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Enfrentando la crisis energética

No debe ser un secreto para absolutamente nadie que el planeta está atravesando una crisis medioambiental sin precedentes. Los niveles de contaminación atmosférica registrados en la actualidad no se habían visto nunca; situación que ha desembocado en un inevitable cambio climático. Todas estas situaciones traen consigo un elemento muy delicado: Una inminente crisis energética.

¿Estamos en una crisis energética? Sí, principalmente porque un gran porcentaje de la energía que producimos, vendemos y/o consumimos viene de combustibles fósiles como el petróleo, el gas natural y el carbón. ¿Cuál es el problema de esto? Que se trata de recursos no renovables, es decir, que tienden a agotarse. De los tres combustibles mencionados anteriormente, el más importante para la humanidad es el petróleo, siendo incluso un indicador importante que desencadena procesos macroeconómicos fundamentales en el mundo. Pues bien, el petróleo no es infinito y cada día es necesario consumir más recursos energéticos y económicos para su extracción. Se dice que, más temprano que tarde, se llegará a un punto en el que la energía requerida para extraer un barril de petróleo será mayor o igual a la energía que este barril puede generar, por lo que el sistema perdería rentabilidad y sentido. Lo mismo ocurre con el carbón y el gas natural. Además, estos combustibles fósiles son los principales responsables del cambio climático.

Es por eso que uno de los principales retos de la ingeniería en la actualidad es el desarrollo y optimización de métodos alternativos para generar energía eléctrica. El objetivo principal es idear herramientas que permitan la generación de esta energía de forma óptima y limpia, sin generar gases de efecto invernadero ni deshechos tóxicos.

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Una de las mejores alternativas hasta el momento es la energía eléctrica creada a partir de la fisión nuclear (ojo, fisión, no fusión). Este método es altamente utilizado en países como Francia y Japón. La fisión nuclear es un proceso en el que se bombardea el átomo de un elemento inestable (o radiactivo) con un neutrón. Esto hace que este átomo se desintegre y libere más neutrones, los cuales repiten el proceso con los átomos cercanos, creando así una reacción en cadena. En este proceso se libera mucha energía, siendo utilizado, por ejemplo, para la realización de bombas nucleares. Si la fisión se controla, puede generar altas cantidades de energía eléctrica sin emitir gases de efecto invernadero, como ocurre en las plantas eléctricas nucleares de todo el mundo. Desde esta perspectiva, se puede considerar a la fisión nuclear como una energía limpia. Sin embargo, la manipulación de elementos inestables produce deshechos radiactivos altamente tóxicos. Un duro ejemplo de esto es la catástrofe de Chernobyl en 1986, suceso que provocó el abandono total de la ciudad mencionada, ya que es peligroso vivir allí gracias a los altos niveles de radiación. Por lo tanto, se puede decir que esta no es una alternativa totalmente acertada.

Otra alternativa para generar energía eléctrica es aquella que crea electricidad a través del giro de turbinas en un campo magnético, aprovechando la ley de inducción de Faraday. En este sentido, hay dos soluciones principales: Las plantas hidroeléctricas y la energía eólica. En la primera, se utiliza el caudal de los ríos a través de represas para hacer girar las turbinas que generan voltaje. En la segunda, se utiliza el movimiento del viento para realizar el mismo proceso. Estas dos son energías totalmente limpias, pues no generan gases de efecto invernadero. Sin embargo, no están excentas de problemas y también tienen fuertes contradictores. Para el caso de la energía hidroeléctrica, se dice que afecta los ecosistemas, pues es necesario inundar grandes extensiones de tierra para hacer las represas. En el caso de la energía eólica, muchos argumentan que es difícil depender del movimiento del viento, pues la demanda eléctrica no se detiene en ningún momento, mientras que nadie puede asegurar que el movimiento y la fuerza del viento sea constante en alguna región del mundo.

Muchos ingenieros y diversos científicos han planteado una solución que parece óptima: La fusión nuclear. Se trata de un proceso en el que se lleva a los átomos de algún elemento a un nivel energético tal, que sean capaces de fusionarse unos con otros para originar átomos de un nuevo elemento. De esta manera, se libera una cantidad inmensa de energía, sin producir ningún tipo de deshecho tóxico. Por ejemplo, estas reacciones ocurren permanentemente en el núcleo del sol con átomos de hidrógeno que se convierten en helio, siendo esta la fuente de toda su energía. Sin embargo, para que esto ocurra es necesario llevar los elementos a temperaturas inimaginablemente altas, por lo que en la tierra no se ha podido desarrollar una tecnología apropiada que permita aprovechar correctamente la fusión nuclear para generar energía eléctrica.

¿Y dónde está la reflexión?

Al principio les conté que esta serie de posts llamada Cosas Trascendentales iba a estar llena de reflexiones, en su mayoría con la Biblia como fuente principal. Pues bien, les conté todo esto de la crisis energética por una razón: Si como seres humanos miramos hacia nuestro interior, hacia aquello que no es tangible pero que define el rumbo de nuestra vida, podríamos afirmar que también nos encontramos en una especie de "crisis energética". Todo el tiempo estamos buscando cosas que nos den felicidad, situaciones que nos den plenitud. Definitivamente hemos fracasado en el intento, pues son muy pocas las personas que pueden afirmar que llevan una vida totalmente plena. Hablemos un poco al respecto.

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Desde lo que he leído en la Biblia y lo que he podido ver y experimentar en la vida diaria, identifiqué algunas herramientas que el ser humano utiliza para buscar felicidad y plenitud. Mucho se habla del tema, así que decidí dejar de lado los clichés tipo "buscar plenitud con el dinero" o "buscar plenitud con el afecto de las otras personas". Hoy les hablaré de algunas situaciones que no son tan obvias, pero que a la larga terminan siendo como esos métodos para producir energía eléctrica que, si bien cumplen su objetivo con cierta eficiencia, dejan deshechos tóxicos y contaminantes, los cuales son bastante perjudiciales. EMPECEMOS.

-El reconocimiento: Nadie puede negar que una de las principales motivaciones del ser humano para desempeñar cualquier tarea es la sensación que produce recibir algún tipo de reconocimiento. Pocas cosas son más satisfactorias que sentir que se ha cumplido con alguna labor de forma excelente, amplificándose este sentimiento cuando alguien más aparece con algún comentario positivo. Sin darse cuenta, muchas personas fundamentan su felicidad y plenitud en estos halagos, principalmente si hablamos de aquellos individuos que están acostumbrados a recibirlos constantemente. Sin embargo, analicemos el siguiente pasaje bíblico:

"Cuando el ejército de Israel regresaba triunfante después que David mató al filisteo, mujeres de todas las ciudades de Israel salieron para recibir al rey Saúl. Cantaron y danzaron de alegría con panderetas y címbalos. Este era su canto: «Saúl mató a sus miles, ¡y David, a sus diez miles!». Esto hizo que Saúl se enojara mucho. «¿Qué es esto? —dijo—. Le dan crédito a David por diez miles y a mí solamente por miles. ¡Solo falta que lo hagan su rey!». Desde ese momento Saúl miró con recelo a David. Al día siguiente, un espíritu atormentador de parte de Dios abrumó a Saúl, y comenzó a desvariar como un loco en su casa." 1 Samuel 18:6-10

Saúl era una persona que, sin duda, estaba acostumbrada al reconocimiento público. Era rey de Israel y tenía un físico envidiable. Sin embargo, en el pasaje citado anteriormente, aparece alguien (David) que empieza a recibir un reconocimiento mayor que el mismo Saúl. Esto afectó de tal forma a Saúl, que al siguiente día SE ENLOQUECIÓ. Es que, el mayor peligro de depender del reconocimiento que nos brindan los demás se sintetiza cuando dejamos de recibir halagos y buenos comentarios. Es ahí cuando nos sentimos vacíos y creemos que nada de lo que hacemos tiene sentido. Por lo tanto, no se trata de una forma de generar energía óptima (volviendo al ejemplo de la crisis energética), pues tiene esta gran complicación.

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-Las buenas acciones: El ser humano busca constantemente situaciones que lo ayuden a sentirse superior a los demás. Una de las principales fuentes de superioridad que el hombre ha encontrado es la superioridad moral. Se trata de aquellas situaciones en las que nos sentimos satisfechos por ser "suficientemente buenos". Muchos se ufanan porque no roban, no matan, no son corruptos en términos generales. Sin embargo, esto tampoco es suficiente:

"Pero Marta estaba distraída con los preparativos para la gran cena. Entonces se acercó a Jesús y le dijo: —Maestro, ¿no te parece injusto que mi hermana esté aquí sentada mientras yo hago todo el trabajo? Dile que venga a ayudarme. El Señor le dijo: —Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles! Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará." Lucas 10:40-42

Para ponerlos en contexto, el pasaje bíblico anterior se desarrolla en una reunión social en la que los hermanos Lázaro, Marta y María invitan a Jesús a su casa, a quien consideraban como un gran amigo. Jesús estaba sentado compartiendo algunas de sus enseñanzas con los invitados que estaban allí. Al mismo tiempo, Marta estaba encargada de toda la logística del evento: Quería que todo saliera muy bien. Sin embargo, su hermana María simplemente decidió sentarse cerca a Jesús y escuchar lo que él estaba diciendo. Al final, Jesús da a entender que era mucho mejor lo que estaba haciendo María: Ocuparse de escucharlo a él, en lugar de preocuparse por todos los preparativos. Podemos ver cómo Marta estaba enfocada solamente en sus buenas acciones: Quería complacer a Jesús haciendo que todo fluyera de la mejor manera. Sin embargo, con esto solo logró preocuparse, mientras María logró encontrar plenitud en las palabras de Jesús. En ocasiones el ser humano suele parecerse mucho a Marta: Busca satisfacción a través de las buenas acciones que puede realizar por Dios y por las demás personas. Sin embargo, si establecemos nuestra felicidad y nuestra plenitud sobre esta base, podemos llegar a la situación de Marta: Agotarnos y sentirnos vacíos después de haber hecho un gran esfuerzo. Por lo tanto, las buenas acciones tampoco son suficientes.

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-Pasarla bien: Muchas personas creen que la felicidad es simplemente un sentimiento, por lo que la buscan a través de la adquisición de buenos momentos. Analicemos el siguiente versículo:

"Las semillas que cayeron entre los espinos representan a los que oyen el mensaje, pero muy pronto el mensaje queda desplazado por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida. Así que nunca crecen hasta la madurez." Lucas 8:14

En el versículo anterior es Jesús quien habla. Acababa de contar la parábola del sembrador, una historia en la que las diferentes semillas que tira un agricultor caen sobre distintos tipos de terreno, obteniendo de cada uno de ellos un resultado diferente. Aquí explica las semillas que cayeron entre espinos: Representan a aquellas personas que se dejan ahogar por las preocupaciones de la vida. Es que, cuando le damos excesiva importancia a pasarla bien, sin lugar a dudas disfrutaremos mucho los buenos momentos, pero así mismo sufrimos cuando las cosas no salen bien. Es que ni siquiera Jesús nos asegura que todo en nuestra vida va a suceder de la forma que queremos. Los malos momentos son inevitables, así que si basamos nuestra plenitud en las circunstancias que nos rodean, más temprano que tarde acabaremos sintiéndonos incompletos.

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¿Entonces cuál es la solución?

A diferencia de la crisis energética vista al principio, en este caso el ser humano sí tiene una solución eficiente a su alcance, sí es capaz de desarrollar efectivamente una fusión nuclear. En este punto debo hablar de EL AMOR DE DIOS.

Consideremos el siguiente versículo:

"Espero que puedan comprender, como corresponde a todo el pueblo de Dios, cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán profundo es su amor. Es mi deseo que experimenten el amor de Cristo, aun cuando es demasiado grande para comprenderlo todo. Entonces serán completos con toda la plenitud de la vida y el poder que proviene de Dios." Efesios 3:18-19

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¿El amor de Dios?

El versículo citado anteriormente suena bastante bien. Presenta al amor de Dios como una fuente de plenitud, pues da a entender que, si este amor inunda nuestros corazones, estaremos completos y no nos faltará nada. ¿Por qué es cierto eso? Vamos a verlo:

-El amor de Dios está por encima del concepto en el que me tienen las demás personas. Veamos el siguiente pasaje bíblico:

"Tú no tuviste la cortesía de ungir mi cabeza con aceite de oliva, pero ella ha ungido mis pies con un perfume exquisito. »Te digo que sus pecados —que son muchos— han sido perdonados, por eso ella me demostró tanto amor; pero una persona a quien se le perdona poco demuestra poco amor. Entonces Jesús le dijo a la mujer: «Tus pecados son perdonados»." Lucas 7:46-48

En el pasaje citado, Jesús está hablando de una mujer que tenía fama en su pueblo por ser MUY pecadora. Esta mujer tuvo un acto de adoración con Jesús, y las personas que presenciaron la escena se asombraron de que él dejara que una mujer de semejante reputación lo tocara. Sin embargo, aquí Jesús demuestra una de las características más locas de su amor: Está por encima del concepto en el que nos pueden tener los demás. ¿Recuerdan el caso de Saúl? Pues bien, si tenemos claro esto, no nos enloqueceremos el día que los elogios cesen o que los comentarios de los demás hacia nosotros sean negativos, pues tendremos claro que lo más importante es que Dios nos ama.

-El amor de Dios está por encima de mis buenas o malas obras.

"¿Quién se atreve a acusarnos a nosotros, a quienes Dios ha elegido para sí? Nadie, porque Dios mismo nos puso en la relación correcta con él. Entonces, ¿quién nos condenará? Nadie, porque Cristo Jesús murió por nosotros y resucitó por nosotros, y está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios, e intercede por nosotros." Romanos 8:33-34

Es absolutamente loco saber que el amor de Dios es un regalo dado por gracia. Eso quiere decir que no lo merecemos, pues nuestras obras normalmente son malas. Este concepto es contrario a lo que la religión nos ha hecho creer por tantos años, pues pensamos que para obtener el amor de Dios es necesario vestirse de cierta forma o hablar con palabras raras que parecen sacadas de libros de la época medieval. No, el amor de Dios no depende de nuestras buenas obras. Entendiendo esto, no nos va a pasar lo que le sucedió a Marta: Entenderemos que lo único importante es estar cerca de Jesús y que no hay ninguna acción que podamos efectuar para impresionarlo.

-El amor de Dios está por encima de las circunstancias buenas o malas que me rodean.

"Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán. Pues yo soy el Señor , tu Dios." Isaías 43:2-3

En el pasaje anterior Dios nos está asegurando que en algún momento tendremos que enfrentar situaciones muy difíciles (como pasar por el fuego). Sin embargo, nos asegura que él estará allí con nosotros y nos ayudará a pasar al otro lado. Este hecho cambia nuestra perspectiva, pues nuestra plenitud no dependerá de las circunstancias que nos rodean, sino que dependerá de su amor.



Y bien, podría escribir incluso un libro completo enunciando las características del amor de Dios, pero este post quedaría irremediablemente largo. En conclusión, solo el amor de Dios puede darnos una vida plena. El amor de Dios es nuestra fusión nuclear.

Hasta aquí va este primer post de Cosas Trascendentales. Estuvo bastante largo, pues se trató del resumen de una enseñanza que di en mi iglesia hace unos días. La enseñanza duró unos 45 minutos, así que fue difícil resumirlo todo. Sin embargo, espero que hayan disfrutado este escrito y que hayan podido aprender algo provechoso para sus vidas. Si así fue, no olviden dar upvote, resteem y compartir esta publicación en sus otras redes sociales. NOS REENCONTRAMOS PRONTO.