🎨 El Pataruco de Clavito - Arte y Relato Original
Óleo pastel. 30 x 50 cm
Un pollito de caja en la que vienen cincuenta o más, de esos que se vendían a dos reales mucho antes del milenio, lo cierto es que este pollo de estirpe ‘Plymouth Rock’, por lo general de color blanco, tiene su propia historia y a continuación se las relato.
Clavito, apodo cariñoso que le pusieron sus amigos de infancia a Rafael González, el mayor de tres hermanos, dos varones y una hembra descendientes de una familia de campesinos que se establecieron en Los Teques, sector La Estrella, en una parcela donde levantaron su casa, usando como bases los durmientes del antiguo ferrocarril en construcción, cuando el Benemérito General Juan Vicente Gómez pasaba sus vacaciones en los Altos Mirandinos.
Clavito solía ganarse la vida haciendo mandados con su carrucha, cobraba un real por la diligencia de sus encomiendas, logrando ganar hasta cuatro o cinco reales según los mandados que terminaba. “Anda ligero muchacho a hacer el mandao” decía su abuela, que lo vigilaba y alentaba a trabajar por aquellas calles de polvo y piedras donde abundaban burros y caballos halando las carretas de esa época.
Así lograba juntar sus ganancias, colocando sus reales dentro de un pote de lata viejo de leche que le servía como alcancía, para cubrir sus gastos, comprar sus alpargatas, maíz y pollitos, de los cuáles llegó a tener diez, siete pollas y tres pollos, uno murió accidentalmente, quedándose con dos gallinos, de estos uno, el más plumado fue a parar a una cazuela de olleta de gallo que le cocinó su abuela, quedando solo el pataruco que dio origen a innumerables series de posturas, llegando al fiel heredero de su abuelo por su torpeza y gran canto, eso sí padrote biológico porque sólo servía para pisar sus gallinas, cruzándose rara vez con gallinas criollas, madres de gallos de pelea y ponedoras picatierra de ñemas criollas.
Ya han pasado varias décadas, Clavito tiene ochenta y cuatro años y me contó todo lo que tuvo que pasar para tener en su casa al “Pataruco” que exhibo en mi obra, que tuve el privilegio de pintar y exponérselo a ustedes.
Excelente relato, muy de "aquí" diría yo! Hermosa técnica y la anécdota va de la mano con sus colores y su fuerza.
Gracias de antemano, claro @javgreen, es esencialmente demosófico por ser historia de esta tierra sin pecar de regionalista, es el lenguaje que intento proyectar rescatando ciertas menudencias costumbristas del pasado, alternando con la figura del sujeto que es el gallo pataruco del personaje Clavito !
Bueno, muy bueno y la pintura tambien, enviale saludos a clavito
Gracias @larryparra con gusto !
Curiosa historia 🤔
En España solo existe la pelea de gallos en Canarias
Si, @volcandemorcilla el pequeño relato está ambientado con lenguaje original de entendidos con la cría de estas aves, particularmente, en Venezuela, es herencia obvia, desde los colonizadores el trayecto de transferencia de particulares palabras y frases propias españolas que dieron origen a vocablos criollos, quedando fijos en los interlocutores de este campo, para referirse a determinado pollo o gallo que no peleaba, por ser torpe en lid pero si cantaba de madrugada y pisaba gallinas a pesar de que superaba los 6 y 7 kilos, los ''patarucos'' rara vez son usados para enfrentar a otro, en la actualidad, muy comunes en fincas y corrales, terminan adueñandose de estos, por no estar en jaula y no haber ningún otro gallo dentro, solo varias gallinas que siempre pisa, es un animal mas bien de exposición, irónicamente tambien es usado el término pataruco vulgarmente acá en mi país para referirse acerca de aquel hombre que se acobarda. Agradecido
Excelente relato amigo @juandelacruz