3 historias de fracaso que se convirtieron en un éxito.

En mis ratos libres, siento curiosidad y me pongo a investigar ciertas cosas, entre ellas historias de grandes empresas o marcas que me gustan o que son muy famosas, a pesar de ser historias diferentes, comparten cosas en común, y es que no todas empezaron con la intención de ser grandes, fueron ideas pequeñas que con trabajo, esfuerzo, creatividad se conviertieron en lo que son ahora.

Hoy quiero hablarles de 3 curiosas historias que me llamaron mucho la atención, espero las disfruten.
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HÄAGEN-DAZS

¡Nunca imaginé que la reconocida y deliciosa marca de helados en sus inicios quebró, ni tampoco el curioso origen de su nombre!

Para 1920 un inmigrante de origen polaco llamado Reuben Mattus, decide en Nueva York iniciarse en el negocio de las ventas de helados, que con un arduo trabajo fue dando forma a su empresa y creciendo hasta convertirse en su oficio de profesión y sustento.

Como meta, Mattus decidió crear el helado con mejor calidad del mercado, pero por razones de costo y logística, en sus primeros años como heladero solo logró vender productos de calidad genérica. Años más tarde, alrededor de 1961, alcanzó su meta al contar con las condiciones para mejorar su producto y con esto, el surgimiento de una nueva empresa. Mattus, indagaba una y otra vez cuál sería el nombre ideal que captaría la atención de los clientes, hasta que su esposa Rose tuvo una gran idea al sugerirle crear un nombre que pareciera traído de Europa: Häagen-Dazs.

Reuben Mattus le preguntó a su esposa que significaba esto, a lo que ella respondió: No lo sé, pero suena Europeo. Fue así, como la reconocida y exitosa marca de helados debe su nombre a una palabra improvisada por una polaca.
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KFC

La historia de KFC me cautivó mucho, pues me dejo un mensaje que no hay un límite de edad para emprender y que por mas fracasos que se tenga, solo habrás fracasado de verdad cuando lo dejas de intentar.

A los 40 años, Harland Sanders decidió emprender con perseverancia un camino de éxito iniciando un pequeño restaurante con una receta de pollo. Sin embargo, su negocio se vio afectado llevándolo a la bancarrota debido a la construcción de una autopista que desvió el tráfico de la ciudad, alejando todos los clientes que abordaban su restaurante, pero Sanders no se rindió tan fácil.

Harland, decidió perseguir su sueño y a la edad de 65 años comenzó una nueva aventura. Confiando en la calidad de su receta de pollo y armado de una gran determinación, decide viajar por todo el país en coche para conseguir que cada restaurante adquiriera su producto por el costo de un centavo por cada pollo vendido.

Tras largas respuestas negativas en más de 2 mil restaurantes pero con una voluntad inquebrantable, Harland Sanders inicia su compañía Kentucky Fried Chicken (KFC).

Al alcanzar sus 74 años, KFC contaba con 600 establecimientos en Estados Unidos y Canadá. Hoy por hoy, KFC tiene presencia en más de 100 países como la cadena de restaurantes de venta de pollo frito más grande del mundo.
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GILLETTE

Esta historia comienza en ciudad de Wisconsin, donde un joven humilde de 16 años se ve obligado a encontrar trabajo tras un trágico incendio que acabó con su vivienda. A pesar de este hecho, sus ganas de seguir adelante no se apagaron, a sus 21 años, inicia como vendedor ambulante y a los 35 años, es contratado como vendedor en una compañía dedicada a la distribución y venta de tapones de corcho llamada Baltimore Seal Company, impulsándolo al primer paso para cambiar su vida.

Tras una conversación con el presidente de la compañía llamada Willian Painter, surgieron las palabras que lo llevarían al éxito, “Si quieres hacerte rico, inventa un objeto desechable que la gente consuma una y otra vez, así te aseguras de que los clientes siempre tengan que volver por más”, provocando en este joven que en cada uno de sus viajes, visualizara y estudiara las costumbres, pasatiempos y necesidades del entorno de las personas, de forma que su invento pudiera satisfacerlas.

Una mañana frente al espejo, mientras se afeitaba y afilaba su navaja, dio un sobresalto al percatarse de que había tenido la solución todo el tiempo en sus manos, fue entonces cuando a King Camp Gillette, decidió crear la primera afeitadora segura, práctica y de hojilla desechable impartiendo su camino al éxito hasta nuestros tiempos.

En conclusión, debemos saber que no importa la edad, ni las circunstancias, ni si estamos pasando por un momento de crisis, ¡con esfuerzo y con creer en nosotros mismos basta para alcanzar nuestro éxito!