Mis cuatro gatos
Dicen por allí que cada mascota se parece a su dueño y también se sabe que cada mascota posee un personalidad que los diferencia uno de otros. Yo he tenido cuatro gatos y si me parezco a todos ellos creo que tengo un problema personalidades múltiples. Lo peor del caso es que me identifico con cada uno porque me he dado a la labor de humanizarlos. Lo único que les falta es que hablen, aunque mi primer gato (El gato con Botas) aprendió a decir mamá y Gabo. Lástima que no me quedó ningún registro de ello. Sin embargo les dejo un link donde una gata lo hace.
Mi primer gato, como ya les mencioné fue Botas, ya no está conmigo porque se murió pero me queda la dicha que vivió mucho e intensamente, imagínense llegó a cumplir 21 años humanos, supongo que en años gatos son como 126 años. Al final estaba flaquito, pero aun cazaba bichitos con tan solo utilizar el oído.
Foto cortesía de Gabriel Gómez
Botas me eligió en una tienda a la que fui a comprar comida y cositas de gatos porque me iban a regalar uno. De pronto escuché un tenue maullido que venía de una caja y me asomé, era un gatito con la colita partida y su naricita arañada al cuál quería llevar y proteger, pero recordaba que me darían un siamés y me detuve a pensarlo. Él decidió por mí, se trepó por mi brazo, se aferró a mi cuello donde se quedó hasta llegar a casa.
Foto cortesía de Gabriel Gómez
Botas fue un señor gato, una personalidad fuerte, un alfa por naturaleza. No le gustaba muchos cariñitos pero le encantaba jugar a las carreras. Le encantaba comer jamón y en diciembre lloraba si no le dábamos un poco de pernil. Sus últimos años los compartió con las dos niñitas, un par de gatitas que perdieron a su madre estando muy pequeñas, incluso tenían aun en sus patitas parte de la placenta materna. Todos decían que no se salvarían pero sí lo hicieron, así que vinieron a casa para quedarse.
Foto cortesía de Gabriel Gómez
Rayitas se adaptó más rápido de Blanca y gracias a Botas aprendió las reglas de la casa sin ningún problema. Blanca era muy mal portada con Botas, se escondía para asustarlo y como él estaba un poco ciego realmente se asustaba. Tras la partida de Botas traje a Canito, un gato de tres meses todo negro y muy tremendo. Rayas lo adoptó como hijo pero Blanca jamás lo acepto, así que si pasas cerca de mi puerta me escucharas gritando: Caniiiiiito, deja a Blanca.
Desafortunadamente las niñitas por la falta de cuidados y lactancia materna se les desarrollo un problema en el sistema nervioso y Rayas al ir creciendo se le presentó un problema de mega-colom, el cual no le permitió pasar de los 4 años de edad. Ahora solo estoy con Blanca y Canito, mi gato loco.
Canito tiene el complejo de ser el gato más rápido y se la pasa corriendo por toda la casa. Es dulce, tierno y tremendo. El día que llegó a casa me rompió toda una vajilla, así se estrenó.
Les dejo algunas fotos y sé que a los que tienen mascotas sabrán entender que uno los ama mucho y que es muy difícil no hablar de ellos.
Preciosos los gatos!!! Buen post @keko :)
Gracias!
Qué majos los gatos! creo que tienes razón, ellos ( no tengo gato sino una perrita) nos eligen. Y Canito....ha salido atleta también, si se pasa el día corriendo...tendrá a quien parecerse, ¿no? =D
JAJAJAJA @keko!!! @pindopa es mi alter ego......es una cuenta extra que uso de almacén de mis propios post, y como votante extra.....se me ha colado en el comentario. Eso sí, no pierdas power voting con @pindopa si ves que te comento con él en algún otro despiste.
Buen post!!!
Qué interesante! lo tendré en cuenta. En efecto son ellos los que nos eligen siempre.
amo los gatos!!!