No lo recuerdo perfectamente porque era muy pequeña, pero sé que desperté en una caja grande de cartón, era incómoda y un poco rústica, me encontraba en un lugar desconocido, sin mi madre ni mis hermanos, me sentía triste y asustada. 

Fui a parar a un hogar conformado por un matrimonio y sus dos hijos, quienes se convertirían en mi nueva familia. Ellos viven en una hermosa  y acogedora casa.  Al principio, fue muy difícil acostumbrarme a mi nuevo hogar, debido a que era muy traviesa y me sentía angustiada por no poder estar con mi antigua familia, la cual extrañaba mucho; rompía los cables del carro del señor de la casa y todo aquello que conseguía a mi paso, me escapaba y en algunas ocasiones no los dejaba dormir.

Los señores de la casa, al principio no les gusto la idea de que yo viviera con ellos, debido a mi mal comportamiento, sin embargo los hijos de la pareja desde un principio estuvieron felices con mi presencia. Pero, poco tiempo después, con mis encantos  logre ganarme el amor y el cariño de todos ellos. Recuerdo que en muchas ocasiones, accedieron a llevarme  a visitar a otros miembros de la familia, quienes se alegraban al verme y me daban mucho cariño, para ese entonces me sentía a gusto de ser un miembro más.

Pasaban los días y yo me encariñaba mucho más con ellos, los jóvenes se iban muy temprano por la mañana junto con el señor, yo quedaba en compañía de mi querida Carmen, quien en ocasiones peleaba conmigo por el desorden que dejaba, pero también tenía hermosos detalles para mi, por ejemplo, una vez terminada la comida su primer plato a servir era el mío, me encantaba su sazón y disfrutaba mucho de los sabores de su comida, ella apartaba tiempo para tejer pequeñas prendas para mi, debido a nuestra relación continua nos hicimos buenas amigas y disfrutamos de esos momentos que pasábamos juntas.  

Jeraldine y Jonathan eran mis personas favoritas, con ellos jugaba, compartía y en ocasiones salíamos de paseo, recibí mucho amor de su parte y me hacían sentir muy querida, ellos disfrutaban de mis travesuras y de cada momento en mi compañía. El señor Darwin era un poco más serio pero en el fondo se que me quería, cuando llegaba del trabajo, siempre me traía algo y por eso cada vez que escuchaba el sonido de su carro me alegraba mucho, teníamos una hermosa vida por disfrutar juntos, pero nunca imagine que un suceso imprevisto nos separaría, después de haber convivido tan solo un año.

Empecé a enfermar y ya no era la misma, estaba triste y apagada, ellos empezaron a notar los cambios en mí,  en una ocasión recibí asistencia médica  y comencé un tratamiento pero mis síntomas aun persistían. Recuerdo que un día sábado, recibí un baño de agua tibia y por un momento llegué a sentirme mejor, sin embargo al siguiente día, ellos salieron y quede sola en casa, a su regreso notaron que mi situación empeoraba, por ser  domingo era difícil conseguir que me atendieran, sin embargo todos se preocuparon por contactar a un médico que atendiera mi emergencia, todos corrían en busca de esa persona, justo en el momento en que iba a ser examinada, ya estando en la clínica sufrí una convulsión debido a  una fiebre muy alta, no pude seguir luchando,  rodeada  de las personas mas importantes para mi, di mi último aliento de vida , quedando así, solo en el recuerdo que  aún alberga en sus corazones. 

Así culmina mi triste y corta historia en esta vida, donde deje hermosas huellas en el corazón de cada una de esas personas que formaron parte esencial de mi existencia. 

Agradecimientos a la comunidad cervantes por el apoyo que me han brindado, pueden votar por ellos como testigos en el siguiente link