Parapente, una experiencia de altura (ES versión)

FOTO PROPIA. TOMADA CON GOPRO HERO 5

La tierra está llena de paisajes realmente hermosos. ¿Imaginan disfrutar de esta vista pero desde los cielos? Bueno yo les puedo decir que es ¡A-L-U-C-I-N-A-N-T-E! A continuación les cuento un poco de mi experiencia en parapente.

Antes que nada, quiero acotar que no soy el mejor ejemplo de valentía. No imaginan lo asustadiza que puedo ser. Sin embargo, cuando hay cosas que quiero hacer me armo de valor y trato de que el miedo no se apodere de mí. Y fue precisamente eso lo que hice cuando decidí volar en parapente. Aunque no les voy a mentir, estaba aterrada; especialmente justo antes de lanzarme al vacío desde aquella pendiente con un hombre al que había conocido hacia cinco minutos.

El punto es que con miedo y todo decidí seguir adelante (sobre todo porque ya había pagado y no fue nada económico). Con una mano agarré la gopro y con la otra me agarré tan fuerte como pude de las asas del paracaídas. “3, 2, 1, ¡corre, corre, corre!” y en menos de lo que imaginaba mis pies ya no tocaban el suelo.

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Debo confesar que durante ese breve instante en que mis pies despegaron del suelo sentí un vacío en el estómago, como el que sientes cuando vas en la bajada más empinada de la montaña rusa. Les juro que en milésimas de segundos pensé “¡me voy a morir!”, cuál Lupita Ferrer drama queen. Mi cuerpo era una licuadora llena de miedo, adrenalina y euforia. Pero ese susto fue momentáneo. Apenas me di cuenta que no me había matado, que volaba como ave libre y sin ataduras, me sentí tranquila, me relajé y empecé a disfrutar de esta increíble experiencia.

Mi paseo duró unos treinta minutos. Volamos a unos 2.900 mts del punto de despegue. Allí el aire era agradable, muchas más limpio. O por lo menos así lo sentía yo. Todo parecía una utopía: las montañas vistas en cenital, la calle y los carros se veían diminutos y yo me sentí grande, MUY GRANDE.

No hay palabras que describan la sensación de estar volando. Es una experiencia mágica, en la que no importa cuánto miedo tengas, toda esa experiencia y la belleza del paisaje lo disipa. Y es que volando se te olvida por completo lo que es el miedo y eres puro valor.

¿Te interesa hacer esto del parapente? Estas son algunas de mis recomendaciones basadas en mi experiencia personal.

![volando 2.jpg]() FOTO PROPIA. TOMADA CON GOPRO HERO 5

Lo primero es que trates de no haber comido nada pesado antes de volar. Créanme, si lo hacen (como yo) su estómago les pasará factura y la experiencia no será tan agradable.

Olvídate del glamour. Lo más conveniente es llevar zapatos bajos y cómodos. Si son tenis deportivos mucho mejor. Chicas, nada de faldas o todos los que estén en la rampa de aterrizaje les verán hasta el alma jajajajaja jajajajaja. Una buena idea es llevar lentes de sol; éstos ayudan mucho a disfrutar del paisaje sin que nada entre a nuestros ojos.

En un abrir y cerrar y de ojos se pasan los minutos que tarda el vuelo. Así que disfruta cada segundo y toma tantas fotos y vídeos como puedas. Recuerda que ese será el recuerdo para la posteridad y, seamos honestos, esas fotos harán lucir muy cool nuestras redes sociales.

Volar en parapente es una experiencia alucinante. Así que, ¡arriésgate! No te quedes con las ganas de haberlo querido intentar. Y si te da miedo se valiente, asumen retos y recuerda que la vida no es más que un montón de experiencias.

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