Esto parece un escenario post apocalíptico 💔

La UDO entera poco a poco es despojada de cada rincón, pero este edificio, esos techos que ya no están, esas paredes resguardaban los recuerdos de los mejores años de mi vida. Cuántos secretos vividos, cuánta vida vivida, cuántas amistades, romances y hermandades nacieron y murieron en ese pequeño espacio ubicado al lado del comedor; yo salía de clases y salía volando a la delegación de cultura y extensión, en la que se encontraba mi aula, el salón del Orfeón universitario y Nidia en el rincón de la oficina esperando a que llegara alguno para contarnos que no había dormido pensando en como hacer mejor "El Alcaraván" o pensando en alguna vocalización para que las sopranos alcanzaríamos alguna nota en alguna de las piezas difíciles.

Esto es la Delegación de Cultura y Extensión de la Universidad de Oriente. Allí hacían vida agrupaciones como 21 de noviembre, Danzas Turimiquire, la Estudiantina Francis Antón, varios grupos de Teatro y mi amado Orfeón Universitario Antonio José de Sucre. Además de muchas otras actividades artísticas que siempre se llevaban a las comunidades cumanesas

No es justo que se haya perdido todo. Puedo recorrer con los ojos cerrados la Universidad completa y recorrerla completa, conocía cada rincón de ella y ahora ha quedado hecha nada gracias a una revolución indolente, porque no podemos echarle la culpa a más nadie.

Esta era la oficina de Nidia (Q.E.P.D.) allí estaba la computadora con la que ayudaba a mis compañeras a estudiarnos las piezas con el programa Sibelius.

Ya no hay marcha que valga porque ya blo hicimos, desde el día que nos dijeron que el edificio de Ciencias era inhabitable hemos estado luchando, hace más de 10 años de eso y el ministro de Educación superior en ese momento era un Ex Decano del Núcleo de Sucre y egresado de la escuela de Ciencias y le valió madres.

En este patio, en estos bancos almorzabamos cada medio antes de empezar a ensayar. Mientras muchos reposaban antes de ir a clases, nosotros hacíamos música.

Allí empezó el verdadero deterioro de una de las universidades más prestigiosas del país; de la que Miles de profesionales se graduaron y entre ellos, cientos de científicos con unos trabajos muy exitosos a nivel mundial.

Esto alguna vez estuvo cubierto con ventanales, era una entrada muy bonita y en cuanto entrabamos era sentir alivio por la frescura de los aires acondicionados.

Me duele el edificio de Ciencias dónde estudié, me duele el auditorio de Cerro Colorado dónde canté y me duele la delegación de Cultura, dónde me forme como cantante, y me duele la Universidad entera dónde me formé como ser humano.

En esa pizarra nos aprendíamos pedazos de piezas.

No es lo que suelo escribir, nunca escribo nada político, pero esta vez la política se ha mezclado con lo personal y es difícil dejarlo pasar sin decir nada. Espero que algún día todo vuelva a ser normal, aunque ya se me haya olvidado cómo es eso.

Natalia Loreto.