La Incidencia
Él decía que prefería no leer libros. Que sus experiencias, la vida y cada día lo ayudaban en el hecho de relatar historias únicas que no quería mezclar con la influencia de otras. -Pero es que yo no necesito leer, decía. -No quiero que mi obra represente un plagio de ningún tipo y con sólo leer algo, ya podría mi mente, mi pensamiento y mi idea, ser atrapada por la incidencia. - No, no, no, ¡Gracias!
No le gustaba celebrar los cumpleaños porque aseguraba que eso sólo servía para celebrar que “uno se pone más viejo”. Un día, llegó a decir que simplemente por rebeldía ante lo que según él estaba creado por el sistema para el dominio, no celebraba los cumpleaños de su familia. Por esa misma razón no echaba la bendición, no se graduaría y juró que nunca estaría casado.
Decía que los hijos no venían al mundo porque uno los deseara, sino que son los hijos quienes deciden los padres que les traen al mundo. Nadie le creyó cuando dijo que olvidó por completo la fecha de su nacimiento.
Parecía seguro de vivir al margen de lo establecido. Era su política y además afirmaba que era la única manera de conservar su grado de autenticidad ante el resto del mundo. Cierta vez, en una estación de servicio, cuando el sol arreciaba al mediodía y él era el siguiente en una larga fila para cargar el tanque de gasolina, notó que le faltaba un bolívar. Entonces, a riesgo de quedar varado en el camino, decidió ceder su turno y regresar después con el dinero completo.
Una noche, luego de escuchar cesar el llanto de su mujer, quien a veces le hacía notar sus escasas muestras de efusividad y afecto, le explicó que no podía regalarle flores porque eso sólo era un cliché de novela o de alguna película.
Su personalidad tan estrictamente severa, lo llevaba a negar todo lo que para él era producto de una incidencia, mientras le negaba pequeños detalles a una mujer que lo amaba a pesar de eso.
Era entonces allí, en la conciencia del amor que le era profesado, en las caricias que ella le hacía, donde su soberbia se hacía diminuta, y el perímetro de lo influyente desaparecía por completo en el contacto de sus manos entrelazadas, en una escena romántica jamás escrita sobre papel alguno.
Justo en esos momentos él, sin saberlo, delataba que no importa si se toman ejemplos para crear, o si se puede ser ejemplo para que la incidencia en otros siga su curso, porque siempre se es parte de algo.