El último regalo de mi exnovia

in #spanish7 years ago (edited)

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Con el título de este post no busco ser irónico, satírico o chocante. Tampoco pretendo molestar a las involucradas o reírme para no llorar de alguna de las desgracias de mi pasado. Los que me conocen pueden certificar que yo les tengo muchísimo cariño a mis exnovias y hasta suelo mantener contacto con ellas, no estoy exagerando y lo puedo demostrar.

No es que me caracterice por sudar inteligencia emocional, que me esté pudriendo de maduro o que la santísima iglesia me haya propuesto como la "Última Esperanza de la Humanidad", pero en realidad no encuentro ningún motivo ni razón para desearles que se pudran en la quinta paila del infierno, creo. Jamás me escucharán hablando mal de ellas, ni siquiera de las que portaron un tanto mal y merecen morir lapidadas o quemadas en una hoguera.

Es más, hasta he pensado en invitarlas a mi futuro matrimonio y sentarlas junticas en las misma mesa. ¡Qué ternura! Quizás hasta sea un poquito más osado y las honre formando parte de mi cortejo o algo así. ¡Se me aguan los ojos con solo imaginarlo! ¿Por qué guardarles rencor? ¡Vivan mis exnovias, coño!

Venciendo a mis acreedores

Como muchos de ustedes saben, tengo algún tiempo trabajando en mi pequeña compañía consultora de negocios web. En líneas generales todo ha salido muy bien pero en enero se cayó un proyecto muy grande y tuve que pagar de mi propio bolsillo una cantidad de dinero importante. Hablando en cristiano: ¡quedé pobre, endeudado, solo y sin amigos!

Afortunadamente me recuperé más rápido de lo que pensé pero aún tenía tres jodidos acreedores que me estaban amenazando de muerte y hasta me habían ofrecido que les pagara con algún órgano vital: Visa, MasterCard y American Express.

Estas Tres Malignas Personas me llamaban un día sí y el otro también para preguntarme cuándo demonios iba a pagar. Lo peor del caso es que tampoco estaba tan atrasado, quizás dos o tres semanas a lo sumo. Pero la intensidad de esta gente me hizo tomar la determinación de no atenderles el puto teléfono. Sí… Ya reconocía los números después del acoso y terror psicológico.

De pronto, como si se tratase de una epifanía bíblica, se prendió por sí sola la lámpara de mi cuarto y me acordé que en algún momento se me había ocurrido casarme y que tenía un hermoso y flamante anillo de oro sin estrenar. Voilà! Lo que me sorprendió del asunto es que no tuve ningún tipo de remordimiento o un ataque repentino de despecho, todo lo contrario: agarré la cajita que estaba escondida en el lugar más recóndito de la gaveta y me fui a la velocidad de la luz a la tienda de empeño.

Cuando me valuaron el anillo y me dijeron cuánto me darían por él, cualquier vestigio de rencor que pudiese haber tenido por “La Que No Puede Ser Nombrada” se borró por completo. El dinero no sólo me alcanzó para dejar en cero las tarjetas de crédito sino también para invitarme a cenar en un sitio que me encantó. ¡Siempre hay que celebrar los éxitos, carajo!

Estaba tan emocionado por lo sucedido que esta crónica la empecé a escribir en el celular apenas ocurrieron los hechos. ¡No tener deudas es tan relajante! Lo gracioso del asunto es que apenas pagué ese pocotón de plata me cuadruplicaron el jodido límite de crédito. ¿Para eso era la llamadera, vergación? ¡Cuánto los detesto!

En fin, aunque haya sido de forma indirecta, este fue el último regalo de mi exnovia y sinceramente se lo agradezco de todo corazón. Ella siempre fue muy espléndida pero con este último detalle se la comió y pasará un buen tiempo hasta que algún otro gesto pueda superarlo. ¡Gracias miles! Estaré eternamente agradecido.

¿Qué tal se llevan con sus exnovias? ¿Las invitarían a su matrimonio? ¿Creen que podría meterme en problemas con mi víctima actual por andar publicando pendejadas como esta?

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Un buen final! Ante todo respeto... pero a disfrutarlo!
hahahaha

Te sigo para leernos!
Saludos :)

¡Así es, @resiliencia! Respeto ante todo. Muchas gracias, te sigo de vuelta :)

Madurez se llama esto 😊