El Racismo Se Niega A Morir
Es probable que mis palabras sean ofensivas para algunos, pero solo lo será, para aquellos que se sientan identificado con este humilde texto, que más que ofender busca ofrecer una visión del mundo que nos rodea. Mundo que ha avanzado a pasos agigantados, mundo que ha venido derrumbando mitos, pero que sigue sufriendo de males del pasado, que al parecer nunca dejaran de existir.
El racismo ha sido uno de los temas que más ha estado en la portada de los medios en las últimas semanas, por la muerte de un afroamericano que fue arrestado por presuntamente intentar pagar con un billete de 20 dólares falso y que producto de la alevosía con la que se ensaño el agente en un procedimiento legal, utilizando su rodilla en el cuello de aquel hombre, provoco su muerte; aunque él le insistía que no podía respirar. Eso ha reavivado la eterna lucha del racismo en suelo estadounidense, racismo que algunos pensaron muerto, cuando Barack Obama llego a la presidencia.
Pero que los hechos muestran que el racismo es un gran mal que se niega a morir, y que pienso que tal deseo que desaparezca, se ha vuelto una utopía, porque por más que desees que el mundo sea más justo y hagas cosas para lograr ese cometido, no significa que realmente el mundo haya cambiado.
Un mal que no existe para ninguno de nosotros cuando nacemos, pero que se forma a través del tiempo, ya que nuestra sociedad la incentiva muchas veces sin querer queriendo.
Es la idiotez de crear prejuicios, en ese contexto de que cosas están bien y cuáles no, son las normas establecidas por una sociedad que muchas veces no aprende. Pero, lo irónico de todo esto, es que hemos avanzado en muchos aspectos que han vuelto nuestras vidas relativamente más fáciles, pero que no somos capaces de superar la idiotez de creer que una persona debe tener más privilegios por su color de piel, por su nivel social o por su origen étnico. Es la sociedad que no avanza, padecemos de los mismos problemas desde hace miles de años.
Continuando con el tema de George Floyd, también es lamentable como han utilizado la protesta para hacer actos vandálicos que no tienen nada que ver con protestar por un derecho o una injusticia.
Hechos vandálicos que venden más portadas, que los que protestan pacíficamente, llevando a la protesta a desvirtuarse de su objetivo de pedir justicia y un mundo relativamente más justo. Al parecer es mucho más importante el morbo que otra cosa.
Los hechos de violencia que dañan la propiedad privada de individuos que ven como su trabajo y esfuerzo se ve esfumado por una turba de delincuentes que aprovechan la situación para hacer sus fechorías.
A veces la verdad pueda estar en ambas partes o en ninguna de ellas, así hemos funcionado y así lo hemos normalizado ¿Entonces como acabamos con esos males? Realmente no lo sé, no tengo respuestas a un mundo tan contradictorio como este.
Si usted que me lee, la tiene, deje su opinión en los comentarios y así alimentamos el debate.