¿Qué tal están todos? Disculpen el abandono, como conocen, muchas veces en mi carrera, la vida personal es relativa y muchas veces mínima. Sin embargo, he tenido que escribirles porque un gran amigo y casi hermano, me ha regalado un pedacito de cielo: ¡ha aterrizado a mis manos mi primer comic! Y es uno especial no sólo por lo que representa sino también por debutar (en una muy seguramente futura colección) con mi superhéroe favorito, mi velocista escarlata, The Flash.

El Capítulo 28 del Volumen  4 de The Flash New 52 inicia con varios escenarios enigmáticos, fantasmas y cuentos de las criptas se cuelan entre los colores de nuestro velocista. En la primera página Flash está poseído por un espíritu verde denominado El Fantasma, y aunque trata de luchar contra su control pareciera no poder librarse, así que vibra a una súper-frecuencia y logra auto-exorcizarse (y yo pensaba que los tatuajes de los Winchesters eran geniales), escapando El Fantasma y descubriendo que también estaba siendo poseído por Deadman.

A pesar de que el Sr. Brand explica que estaba “ayudándolo a que El Fantasma no tomara control total de su cuerpo” por los estragos que haría con sus poderes, a Flash no le convence, pero igualmente se unen para encontrar respuestas sobre este ente y deciden visitar a Hollis Holden en la prisión de Iron Hights. Deadman lo posee y le explica a Flash que El Fantasma es el Asesino de Keystone, un espíritu que Barry consideraba cuentos de niños sobre los padres fundadores de Central City.

En Missouri del 1800 Ulysses Sutter y Marshall Fletcher, víctimas de la fiebre del oro, dejan sus casas para ir a buscar piedras preciosas y un mejor porvenir para sus familias. Sin embargo, tras días de constante búsqueda Marshall decide volver a casa a pesar de que Ulysses decidió continuar. Sin embargo, preocupado por su bienestar, Fletcher regresó y consiguió que había encontrado diamantes, con lo que pensó que su amigo le había traicionado e hiriéndole, le encerró para que muriese de hambre (un clásico).  

Es por esto que el Asesino de Keystone  o El Fantasma tras liberarse de su tumba está decidido en vengarse de Fletcher (o al menos de toda su descendencia).

Flash también se entera que Deadman ya conoce su identidad verdadera tras haber sido poseído.  Mientras tanto, en el Museo de Central City desaparecen el casco y el hacha de Marshall Fletcher y aparece un cadáver (intercambios comerciales usuales en los museos) y el CCPD lleva a Patty Spivot como detective del caso, no sin que antes veamos un percance con el Capitán Frye que nos hace dudar sobre quien es el verdadero padre de Barry. 

No tomó dos segundos para que Flash se diera cuenta una vez en la escena del crimen bajo su identidad real, que el propósito del Asesino de Keystone era usar las herramientas robadas para buscar en la base de datos de la policía con el ADN en ellos a los descendientes de Fletcher para cazarlos. Y aunque corrió rápidamente ya era demasiado tarde, el Coronel Singh tenía en sus manos sangrientas el hacha y múltiples cadáveres le rodeaban ¿Qué había pasado?

La verdad es que para ser mí primer comic me gustó mucho peligrosamente, es tan intrigante como la lectura comercial y tan adictivo como el homologo televisivo, no puedo esperar por tener un nuevo volumen en mis manos. Me gusta mucho el nuevo enfoque que DC le ha dado a sus héroes en el Nuevo 52 (déjenme en los comentarios si quisieran un post de eso), así que ver esta faceta de Flash a color y en mis manos ha sido una tremenda experiencia. Además al final de la lectura promocionan otros volúmenes como la portada para la Crisis de las Tierras Infinitas que se ve espectacular.

Es otra forma de concebir estos universos, el diseño y la dedicación en los colores y el contenido literario son bombas adictivas, no me esperaba estar tan fascinada por un cómic, pero me ha encantado la experiencia (a pesar de que cuando me compenetro con la historia lo único que me da es una sed irrefrenable de saber más y más y estos volúmenes son más tipo pasión a cuenta gotas). Espero que este resumen les sirva como aperitivo de este maravilloso mundo y así puedan vivir la experiencia, e inclusive desarrollar el hobby (ya que en otros países es relativamente asequible) con el extra de que se revalorizan a pesar de que estamos en la era digital.