Abrazando a tu ser introvertido

Las configuraciones sociales y grupales pueden ser un reto para los introvertidos, aunque no debido a su falta de deseo de conectarse. En reuniones grandes, oficinas abiertas y espacios compartidos hay un nivel de estimulación que no es óptimo para la creatividad y la productividad para personas que son silenciosas, reflexivas y necesitan tiempo para procesar. En su libro Quiet , Cain describe un fenómeno de trabajo colaborativo y organización institucional llamado "New Groupthink", que surge de la creencia de que la colaboración (que no funciona sola) produce un mayor éxito y creatividad. La colaboración impregna muchos aspectos del entorno de trabajo moderno, desde la cantidad de reuniones programadas hasta nuestra dependencia de las herramientas de comunicación de la oficina y el diseño de la oficina abierta.

Como introvertido, es fácil nombrar las trampas asociadas con elevar la importancia del trabajo en equipo sobre el trabajo independiente. También hay una serie de hallazgos del estudio que justifican que haya más espacio personal e independencia en el lugar de trabajo. En primer lugar, Cain cita un estudio llamado "Guerras de codificación", en el que los investigadores descubrieron que los ingenieros de software de mayor rendimiento eran aquellos que ofrecían más privacidad, espacio personal, control del tiempo del entorno y menos interrupciones. Sorprendentemente, esta brecha de rendimiento no se correlacionó con años de experiencia.

Otro estudio de Fink y Neubauer (2008), centrado en la creatividad, encontró que los introvertidos con los niveles más altos de activación cerebral (activación cortical) producían las ideas menos originales. Sabemos que los introvertidos experimentan un nivel incómodo de excitación del sistema nervioso central en ambientes ruidosos y socialmente intrusivos, y saber que su capacidad de pensamiento y expresión creativa está comprometida afirma que se beneficiarían de un tiempo más tranquilo.

Como persona callada o introvertida puede ser difícil abogar por usted mismo y hacer explícitas sus necesidades y preferencias en el trabajo, pero es importante encontrar formas de evitar estas limitaciones porque los compañeros de trabajo y gerentes no sensibles y extravertidos no siempre serán conscientes de ello. Tus preferencias. Los introvertidos pueden buscar roles, industrias y arreglos que permitan condiciones de trabajo más silenciosas, períodos de soledad y relaciones laborales manejables. Otros deben soportar condiciones menos que ideales, pero en estos casos puede haber oportunidades para solicitar trabajo desde el hogar o en turnos más cortos, pueden encontrar trabajo cerca de casa para evitar desplazamientos o turnos de trabajo para permitir un viaje tranquilo a casa. . Algunos pueden buscar un espacio de escritorio en la esquina de una oficina abierta o elegir almorzar en su escritorio durante una hora de trabajo ininterrumpido, o optar por usar auriculares para protegerse contra la intromisión y el ruido.

Auto-aceptación

Tenemos una escasez de introvertidos en lugares culturalmente influyentes que demuestren sus dones y ofrezcan un contrapeso al ideal extrovertido. No es como si los introvertidos no existieran dentro de las esferas de poder e influencia, es porque, por su naturaleza, no son tan gregarios y, por lo tanto, están más inclinados a volar bajo el radar. La consecuencia de esto es que a menudo no tenemos la oportunidad de reflexionar sobre cómo las cualidades introvertidas son valiosas, o ver qué aportan en comparación con los extrovertidos que se sienten más cómodos con la auto promoción.

Los introvertidos corren el riesgo de ser malinterpretados en una cultura que idealiza la extroversión, y la forma en que se publicitan las cualidades introvertidas y se habla de ellas si esperamos desafiar los estereotipos y las percepciones erróneas. Se los llama fríos, lejanos, misantrópicos, cerrados o snob, y ser introvertido puede incluso leerse como tímido o socialmente ansioso. A menudo tengo que recordarle a la gente que la introversión no es una patología o un defecto de personalidad, aunque puede parecer una carga a veces porque la extraversión ha llegado a representar el ideal cultural e influye en el valor y la autoestima de una persona tanto social como profesionalmente.

Aprender a hablar con los demás sobre su rasgo, pedir lo que necesita en el trabajo y las relaciones sociales e interiorizar más compasión hacia su yo introvertido finalmente creará un espacio para que otros comiencen a notar sus fortalezas. Algunos introvertidos pueden conocer el valor de su rasgo. Pero para muchos por ahí, todavía hay un camino por recorrer antes de llegar a un lugar de comprensión y autoaceptación más profunda.