Amor, fidelidad y felicidad

Si me pidieran que dijera tres palabras para describirte utilizaría en primer lugar amor, porque siempre brindabas cariño, me transmitías tus afectos. En segundo lugar, fidelidad, siempre estuviste ahí a mi lado cuando te necesité, sanaste mis heridas, me diste tu apoyo. Y en tercer lugar felicidad, porque era lo que trasmitías cuando llegaba a tu lado.

Contigo pasé momentos increíbles, hermosos, llenos de felicidad. Y es que no ha habido nadie que te reemplace, fuiste dulzura, cariño y tranquilidad. Me protegiste cuando más nadie lo hizo, me animaste cuando me sentí desfallecer, me añoraste cuando no estuve a tu lado... y que triste que todo eso acabara.

Lloré, lloré mucho cuando te marchaste. Mi corazón se destruyó, un pedazo de mi vida entera se fue contigo, y aún, después de todo este tiempo no ha vuelto, he considerado que es simplemente que ese pedazo de mi corazón eras tu, sencillamente tu, y ya que no estas, simplemente te lo llevaste en tu maleta llena de amor.

Quisiera haberte dado más, aunque estoy segura que te dimos todo.
Quisiera haberte abrazado más tiempo, aunque fueron incontables las horas que sentí tu calor.
Quisiera haberme quedado contigo ese día, el último día, porque sé tu lo hubieses hecho por mí.

Aún recuerdo tu mirada, siempre la llevo en mi memoria, quizás por remordimiento, o simplemente el dolor que todo me produjo. Tu descansabas, ya te costaba moverte, te costaba caminar, pero aún así usaste todas tus energías para darme un último adiós, y es que quizás tu ya lo sabías. Sabías que volarías, sabias que ya no volvería a ver tus ojitos abiertos.

Recuerdo como con esfuerzo alzaste tu cabecita y me miraste, con esos ojos llenos de amor que aún cuando sufrías mostraste cuanto nos amabas. Sentí tu pelo una última vez, y no pensé fuese la última, pensé seguirías a mi lado por siempre, pensé que tus caricias, tus abrazos me recibirían por el resto de mi vida.

Algo ingenua ya lo sé, porque simplemente no es posible, porque me diste toda tu vida, una vida hermosa, tratamos que siempre fuese hermosa para ti, porque tu hacías la nuestra la más hermosa que existe. Sin duda no hay nadie como tu, no habrá nadie como tu.

Aunque pase el tiempo siempre te amare. Aunque pase el tiempo sigues en mi corazón, en lo que dejaste de él, sigues en mi memoria, en mis pensamientos, en mi ser. Gracias por cada hora, gracias por cada lamida de cara, gracias por ser el mejor perro del mundo.

Te amo querido Oso, donde quiera que estés, siempre serás mi amigo, mi hermano, mi niño.