Con la belleza en las manos.
Porque la verdadera belleza es incontenible. Como la naturaleza; indomable, inmensa y pura. Con algo de suerte en algunos momentos de la vida, podremos sostenerla un instante antes de que vuelva a donde pertenece... A la libertad.
Qué hermosa foto y más aun el texto que la acompaña.
Gracias, que lindo tenerte por aquí.