De la pasión lo malo no es que acabe, lo malo es que se vaya. Que se pierda entre las sabanas de otra cama y juegue a no volver... Lo malo del verano, es el invierno; que vienen funebre y sombrío, cubriendo de frío lo cálido de su voz. Del invierno contigo muy poco había de malo. Pero ahora lo malo del invierno es que se fue.

Realmente invento estos recuerdos, de un mañana y un después. De aquella noche que nos vimos, de los besos y tu ayer. Estos versos que te escribo no tienen un destino; son huérfanos de madre y claro que de padre tambien. Estas letras ya no llevan un recibo, ni puntos supensivos, ni ganas de volver... Porque lo malo que nos queda no es tan malo cuando pasa ya el va y ven. Cuando amanece por fin el olvido en la cama del ayer.

De quererte querer pues no diré nada malo, yo solo fui por un vino y tambien un café; de esos que no guardan engaños, donde no pesan los años y dejan en los labios ganas de volver... De ti, tampoco diré nada malo. Porque de lo malo conocerte fue un placer. Del amarte claro que lo malo no fue el amor, sino tu amante. Que para mi morbosa suerte, tambien era yo... Lo malo de los dos fue ser cobardes. Lo malo del tú y yo, ya no es el después.