ESTRÉS: Conviviendo con el enemigo. (Un problema real)

in #spanish6 years ago
Hay momentos en la vida en los que nos cuesta reconocer ciertas molestias. Momentos en los que la sudoración constante, el aislamiento involuntario, necesidad de silencio y hasta ganas de salir corriendo, se apoderan de estas situaciones para cegarnos y desaparecer de nuestras mentes posibles soluciones a problemas en el entorno. Describiendo estos síntomas ahora, en un ambiente de tranquilidad, es difícil. Es complicado hablar de estrés cuando no tienes el impulso involuntario de expulsar todos esos pensamientos negativos que solo acuden a nosotros en momentos puntuales de mucha tensión.

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Fotografía: @miguelarocha (Estocolmo, Suecia)
Nikon D3300

En mi caso, trabajo en el área de servicio al cliente desde hace casi 10 años, en un restaurante para ser mas específico. Lugar en el que conocí el lado negativo de muchas personas. Desde hace muchos años me di cuenta de que las personas tienden a sacar lo peor de si mismas cuando se les hace escapar de su zona de confort, aunque fuese por solo un momento. Y el estrés que prosigue luego de una incomodidad momentánea en un ambiente laboral donde hay que cuidar cada detalle, es impredecible.
Hay días en los que simplemente no quiero volver.

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Fotografía: @miguelarocha (Estocolmo, Suecia)
Nikon D3300

Sacando de tema del ambiente laboral y abordando solo el estrés de trabajo, en este caso, posiblemente sea manejable. Pero al estos dos mezclarse, estos problemas podrían llegar a ser significativos en el futuro, e incluso acarrear otros tan graves como la depresión. El estrés constante puede ser nuestro peor enemigo si no sabemos cómo controlarlo, aunque hay etapas de éste en las que no sabemos si lidiar con él, sobrepasarlo o simplemente huir de las situaciones que nos posicionen en este estado mental.

Yo, principalmente, en momentos de estrés, decido aislarme y tener el menor contacto posible con personas. De esta manera, poder relajarme y posteriormente regresar a mi casa con el mayor silencio posible. Y acciones como leer, escribir o simplemente estar en mi teléfono, me generan la tranquilidad suficiente para no recargarme de energía negativa, que es una de las maneras en las que puedo percibirlo.

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Fotografía: @miguelarocha (Estocolmo, Suecia)
Nikon D3300

Si estás atravesando por una etapa difícil en tu vida, el estrés es una de las cosas que menos va a aportar en tu día a día, no ayuda a nadie. No lo digo como experto, pero como una persona común. Hay actividades momentáneas que seguro te ayudarán a asumir un mejor estado de ánimo, como las que me ayudan a mí por lo general. Identifica cada incomodidad y trabaja en ello antes de que este problema tan común se convierta en algo más grave. La soledad, en estos casos, a veces es mejor consejera de lo que pensamos. Después de todo, siempre necesitamos tiempo para estar con nosotros mismos.