ULOG #13 | Micrófono nuevo, proyectos nuevos

Hace un par de semanas viajé a Barquisimeto, mi amada ciudad natal, a recoger un micrófono condensador nuevo que había llegado al país. Gracias a la solidaridad y la fe en mí de un amigo que vive en el extrangero, logré adquirir este micrófono:

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El micrófono Snowball de la casa Blue, es un micrófono condensador de doble membrana y puerto USB, posee 3 patrones polares distintos, y una excelente calidad de sonido teniendo en cuenta su accesible precio (en comparación a otros micrófonos profesionales); la mejor solución para mí y mis necesidades.

 

Para los que aún no lo sepan, soy músico de profesión. Mi vida gira al rededor de mi instrumento y la computadora, paso el día entero componiendo y grabando música, algunos temas son encargos privados, y otros son trabajos propios que gusto de compartir por estos medios. Desde el momento que decidí empezar a compartir mi música, la producción musical siempre fue un gran problema para mí, no solo por su complejidad, sino por no poseer los equipos necesarios para captar de manera aceptable cada uno de los detalles sonoros que con muchas horas de estudio me esforcé por conseguir. Grababa con un micrófono dinámico aceptable,el Shure pg48 hermano menos agraciado del sm58.

 

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El problema con este micrófono era que, primero, es un micrófono vocal, esta fabricado para grabar y amplificar voces, lo cual lo hace un micrófono con una respuesta muy brillante para una flauta; el otro problema (y el más grabe) es que al carecer yo de interfáz de audio, tenía que pasar mi micrófono por dos adaptadores, uno de canon a plug 1/4, y otro de plug 1/4 a miniplug para lograr conectarlo con mi computadora. Tanto paseo que pudiese haberse resuelto con un cable que no tenía, generaba un sonido infernal que, si me disponía a borrarlo, se iba a llevar media flauta dando como resultado un sonido robótico y nada agradable. Sin embargo, los problemas no terminaban ahí, al estar el micrófono pegado a la computadora, tenía que colocarlo en un closet, a una altura cercana a boquilla del instrumento para luego yo, agacharme como haciendo sentadillas para terminar de posicionar todo para la sesión de grabación.

Y así era como grabar era un ejercicio de paciencia, de concentración y de piernas. Gracias a Dios y a mi amigo esos días quedaron atrás, aún sigo lidiando con problemas como el tratamiento acústico del lugar de la casa donde grabo; de nuevo otro gran amigo y experto en el área me ayuda con sus consejos sobre sonido y producción (@exorltg).

El punto es que ahora tengo mejores condiciones de trabajo, y estoy aprovechándolas al máximo. Esta semana voy a grabar algún cover navideño para todos ustedes, y pretendo hacer más música a menudo para compartirla por toda la cadena de bloques.

Estaremos en contacto entonces estimados lectores, nos veremos en una próxima oportunidad, con más música y mejores sonidos.

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