Un placer traer mi participación al Concurso de Nano Literatura, que se amplió desde la Nano Narrativa para incluir otros géneros literarios, así que esta semana estamos prácticamente estrenando Concurso. Felicito a @acropolis @templo y @pexpresiones por esta apertura y la continuación del concurso.
Si desean participar, infórmense sobre las condiciones en el siguiente enlace: https://steemit.com/cervantes/@acropoli/convocatoriaalconcursosemanaldenanoliteraturasemana19yresultadossemana18-pbhhzp0wc6

(Escenario: una sala con solo dos butacas y una mesita pequeña con un teléfono)

(Personaje: Jaime, edad mediana, vestuario casual. Entra a la sala, mientras habla se sienta, se para, cambia de butaca y gesticula en abundancia)

-¿Por qué yo? Vamos a ver, ¿por qué yo? Somos 20 empleados en la oficina. Deciden cerrarla debido a
estas dos semanas de cuarentena y que nos traigamos el trabajo a casa. ¡Mejor no podía ser! Comer en casa, ahorrar el tiempo y dinero. Genial. Pero... alguien tiene que ir por cualquier eventualidad. Caf caf caf. Es que me atraganto de la rabia. No se le ocurre mejor idiota que Jaime, porque vive casi al lado y le será más fácil el tema del transporte.

-Así se ahorran el bono que tendrían que dar a otro. ¡Todo sea por el bien de la empresa! ¡Ah! porque además soy el encargado de la seguridad. Es que me dan ganas de llamar a ese hijo de perra y decirle que vaya él a encargarse de su oficina.

-Pero hombre, cálmate, respira hondo. El detalle del mercado no está nada mal. No, en verdad no. Pero sigo estando furioso, el único que voy a ir a la oficina durante estas dos semanas. Al menos debieron haberlo compartido entre dos personas, cada una una semana. Aunque si comisionaran a la bombocito de Macarena. Eso si estaría bien. Hasta de voluntario me hubiese ofrecido a acompañarla.

-En resumen, como de costumbre, yo, siempre yo el que sale premiado con la tarea desagradable.