Venezuela, un país con el corazón partío

in #spanish7 years ago

Tal vez les resulte trillado leer sobre Venezuela. Quienes insistimos en el tema lo hacemos para que el mundo identifique los errores y nunca incurra en ellos

“Guerra avisada no mata soldado”

Lamentablemente Venezuela tiene el corazón partío en pedazos. Los que decidimos quedarnos o no hemos podido concretar un plan B fuera de aquí luchamos a diario contra la delincuencia de cuello blanco, la delincuencia organizada y una delincuencia creada en los últimos 19 años.

De golpe nos cayeron todas las plagas. Políticos, militares, empresarios, traficantes, oportunistas, secuestradores, contrabandistas, atracadores y bachaqueros nos mantienen en jaque. Al parecer no les resultó suficiente con que el gobierno implementara medidas económicas erráticas que nos obligan a sobrevivir en las peores condiciones sino que también pusieron en práctica la lista completa de antivalores.

Vamos quedando pocos “ciudadanos”. Otros millones en todo el territorio nacional se comportan como “chupasangre” al asecho de quienes buscan satisfacer sus necesidades de alimentos, medicinas, repuestos, gasolina para exprimirles hasta la sangre como vampiros.

La mal llamada “viveza criolla” se han enquistado en la sociedad y por eso es común escuchar que el empleado de la farmacia vende “bajo cuerda” los medicamentos pero más caros y si pagas con la moneda nacional en efectivo. El dueño de la bodega del barrio tiene los productos nacionales de la cesta básica que difícilmente se consiguen en el supermercado pero los vende más caros y en efectivo. El señor de la estación de servicio vende el cupo para que no hagas colas y puedas surtir de gasolina el vehículo. En las fronteras del país se trafica hasta lo inimaginable.

En un país donde los propios gobernantes no reconocen ni hacen cumplir las leyes; en un país donde todos los poderes los maneja el partido de gobierno; en un país donde se solapa el delito; en un país donde se armó a bandas delincuenciales de los sectores más pobres; en un país donde los magistrados son cómplices de las barbaries que cometen los propios administradores de lo público solo puede reinar un gran caos social. Ya lo decía Solón, reformador político, legislador y uno de los sabios de Grecia:

“La sociedad está bien ordenada cuando los ciudadanos obedecen a los magistrados y los magistrados a las leyes”

Bandera rota.jpg

A un país no solo lo define su nombre, ubicación o extensión territorial; sus riquezas minerales o monumentos naturales. A un país lo hace, define y construye su gente. Bien los “ciudadanos” que estudiamos, trabajamos, nos esforzamos, nos dedicamos a escribir con nuestro proceder las páginas de la historia que más adelante será contada a las siguientes generaciones o los “habitantes” que la desdibujan, pisotean, explotan, destruyen. Quienes la gobiernan y quienes han replicado su modelo de antivalores son responsables directos del sufrimiento colectivo, definitivamente conductas dignas de ser estudiadas por los psiquiatras y psicólogos del mundo. Son totalmente incomprensibles.

Mientras tanto en las calles niños, jóvenes, ancianos vestidos con harapos piden para comer; en los hospitales los galenos ven morir a sus hermanos por no contar con insumos ni medicamentos; en las universidades siguen quedando vacías las aulas y laboratorios; la juventud busca opciones de trabajo fuera de su lugar de origen; la inseguridad aumenta progresivamente; el desabastecimiento crece aceleradamente; los servicios básicos ninguno funciona y los partidos de oposición negocian sus intereses particulares.

¿Cómo no tener el corazón partío ante tanta inmoralidad? Porque es justamente eso lo que impera la falta de moral, de ética, de responsabilidad, de respeto, de solidaridad. Somos pocos los “ciudadanos” que trabajamos en función de posibles soluciones y a diario exhortamos a nuestros vecinos, amigos, familiares para que se sumen a la causa de rescatar de la auténtica “venezolanidad” y seamos en la práctica verdaderos agentes de cambio.

Sort:  

Felicidades colega y paisana. Cómo no identificarnos con las líneas de tu post? Si el dolor y la rabia son frecuentes al ver la destrucción total que ha convertido este gobierno a nuestro país.
Y es así a pesar del mal tiempo, quedamos venezolanos dispuestos a luchar y dar esperanza de cambio a nuestro entorno.
Te invito a pasar por https://steemit.com/cervantes-venezuela/@vikybracho/venezuela-es-madre .

Saludos Victoria. Sobre todo quienes somos madres que vemos la angustia de nuestros chicos y sus deseos de irse tras sus sueños. ¿Impedírselo? difícil. Ya nosotras vivimos. Ahora les toca a ellos perseguir sus planes y propósitos de vida. Prometo visitar tu Blog. ¡Un abrazo!

Saludos para ti. Éxitos!

La fe y la esperanza es lo único que no se puede perder, nuestros sueños.

Correcto. Nadie ni nada puede robarnos eso.