El Éxito no es un destino, es un proceso
Nota: Leía un post de bert0 (67) y me puso a pensar en lo que hemos cambiado, pero no solo a la apariencia física, sino a la mental y la espiritual. Luego buscando algunas cosas en el Laptop me conseguí con estos párrafos que hice aproximadamente en enero, a febrero del 2016. Nunca lo publiqué, estaban en el block de notas, allí esperando. lo leí y me dije ¡Cómo vamos cambiando con el tiempo!
Hola que tal! Les escribe Angel Marcano. Hoy cumplidos los 40’s, puedo decir que he sido y me siento un hombre exitoso. En el camino hasta acá, he vivido sinceramente experiencias afortunadas, y como le comentaba a un par de amigos hace poco, he sido un hombre bendecido. Yo soy Dios, pues habitamos en su espíritu, y definitivamente debemos primero ser quienes somos para llegar a ser exitosos. Reconocer que has caído y levantado, que has batallado y has perdido, que te has esforzado y te has quebrado… pero que sigues andando en tu búsqueda. Entonces, si se reconocer quien soy, y ciertamente me reconozco, entonces puedo decir que soy exitoso, pues este no es un destino cierto o incierto, no es una bahía donde aspires dejar reposar tu nave, un punto de llegada, pues todo camino recorrido que te conduce a un lugar cierto, que es indefectiblemente el comienzo de otro, caso contrario es pasar a una mejor vida, y este no es el caso. Entonces el éxito no es un destino, es un proceso.
Hoy comienzo otro camino, con metas espectaculares, con proyectos trazados concienzudamente en estos días precedentes, punto de partida para grandes logros. Retos por emprender y objetivos que alcanzar. Obstáculos que vencer o barreras que sortear, en fin un gran sueño a retomar. Hoy comienzo con planes claros escritos en la arena de las playas de mis sueños, con metas y objetivos tallados en la piedra de los rompeolas de dichas playas.
Srs y Sras, amigos y amigas, colegas, estimadisimos todos, el presente tiene como finalidad, dejar claro que partiendo de la forma como expuso la idea Omar Villalobos (Es posible lo imposible, TEDx Mexico DF) somos infinitamente ganadores y exitosos a partir del momento de nuestra concepción, pues eres uno entre millones y no es una casualidad y esto esta comprobado científicamente, somos seres extraordinarios desde el mismo momento aquel. Ahora bien, algunos definirán el éxito con bastante diferencia con relación a lo que acabo de exponer en estas líneas. Ciertamente el éxito tiene matices que dependen de los propios paradigmas personales: laborales, profesionales, familiares, financieros, físicos y mentales.
Les voy a dejar un resumen de mis éxitos; laboralmente me considero exitoso. He tenido la fortuna de tener la capacidad de aprender rápidamente y adecuarme a cualquier ambiente, espacio o directriz. Me han despedido una sola vez justificadamente y donde mi empleador tenia toda la razón y nunca, pero nunca, nunca podría decir que no me lo merecía. Era un muchacho sin trabajo e intente ser horneador en una panadería, sin ninguna tipo de experiencia, casi arruino la panadería en dos o tres días. Tengo la aptitud de ser muy responsable con mis compromisos laborales. Y el resultado ha sido positivo hasta el día de hoy. Me he ganado un reconocimiento por mi trabajo, en todos los ramos que he adoptado. Una vez alguien me dijo “no importa lo que seas, siempre que seas el mejor en lo que haces” y eso me ha traído hasta hoy.
En el ámbito profesional, logré licenciarme en la universidad. Una meta propia y como tributo a la memoria de mis padres y mi familia. Un logro que comparto con todos mis hermanos y hermanas que no tuvieron la oportunidad. Tuve que tomar decisiones duras, y esforzarme más allá de situaciones difíciles que hoy no me pesan, me han fortalecido. No he terminado de estudiar, la licenciatura en Estudios Jurídicos me impulsa a otro nivel de preparación, porque ahora sé que los estudios universitarios te engrandecen intelectual, social y culturalmente. El estudio constante es una meta personal sin satisfacción absoluta, pues cada vez quieres alcanzar otro nivel, no por ego al título, son por hambre de conocimiento para elevarte culturalmente. Así se lo hice saber a mi hija mayor, que esta próxima a emprender su carrera universitaria. Particularmente tengo como meta un MBA en los próximos cinco años.
Familiarmente tengo una gran familia, con patrones de enseñanzas que les desearía a todos. Creo que mis padres en sus escasos recurso; pues somos de raíces humildes, me inculcaron los más grandes valores y sentido´ético. Personalmente, a pesar de los errores que pude haber cometido, creo sin equivocarme que he sido bendecido. Tengo la meta de trasmitir a mis hijas, que todo es posible. Que las vicisitudes de la vida, te dan razones para aprender y mejorar cada día y que por sobre todas las cosas, a pesar de distancias y tiempo, el amor es infinito y no tiene tiempo ni espacio. Y como compañero de vida… bueno, en este espacio no podría yo opinar en demasía, sin embargo, el transcurrir del tiempo me dice que tengo la oportunidad de ser cada día mejor y enmendar en el presente, los errores que cometí en el pasado. Hoy tengo como meta ser el mejor compañero de vida que alguien aspire tener, porque vivimos para amar. Sobre todo he aprendido y entendido que es estrictamente necesario conversar, cosa que me ha costado un mundo aprender. No he llegado a la meta, estoy actualmente en eso, pero se que voy por buen camino y a buen paso.
Mental y físicamente es un constante reto. Actualmente debo bajar un poco de peso (unos 10 kilogramos), lograr crear un hábito de hacer ejercicio, eso definitivamente conlleva a tener una condición de salud excelente. Como mi oficio es la cocina, como bien, me gusta preparar de todo y por consiguiente eso te lleva a caer en el tema anterior, pero comer es uno de los placeres de la vida, solo debo crear el hábito de ser prudente y concienzudo en no abusar. Mentalmente soy un total adicto a videos, libros, audios y reflexiones de todo lo que tenga que ver con el fortalecimiento de la mente consciente e inconsciente. Hace poco comenté que había sembrado una semilla de bambú en mi inconsciente, y estoy en la tarea de regarla a diario, esto hace parte de ese hábito que debo fortalecer (es lo más difícil de lograr), estamos dentro de la carretera.
Y financieramente, he concluido que siempre, pero siempre siempre he trabajado para mí, solo que no lo había entendido como ahora. Yo soy el responsable total e inequívocamente de los resultados que he alcanzado. Buenos, malos, malísimos, excelentes, afortunados o no tantos. Al final soy el mejor yo que he podido ser con lo que sabía. Ahora en adelante se que puedo hacer más. Un puerto de partida a nuevos horizontes que mi mente pueda crear. El dinero es una idea, y solo puede funcionar si le das rienda suelta a esas ideas que fabrica tu mente. En resumen, cada fracaso me acerca más al éxito.
P.D.: Les recomiendo el video que les cité en el tercer párrafo. El título lo tomé de un experto (Raimon Samsó), pues yo aplico la de Victor Kuppers; yo no soy un experto, yo copio a los expertos.