El día de ayer estuve en un bello lugar ubicado en una provincia de Perú, la fachada de lo que queda de esta estructura me recordó que la belleza es muy subjetiva y que si uno no lo aprecia pues le pasa por la nariz momentos en donde a veces las cosas simples nos dan paz y tranquilidad. Un día bonito fuera del ruido y el estrés de la ciudad de Lima.

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