LA FE
¿Que es la fe?
Por tanto, la fé genuina es creer en lo que Cristo ha hecho por nosotros. La fe es confiar es Dios todo el tiempo.
¿Para qué sirve la fe?
La fe sirve para iluminar, dar sentido a todas nuestras situaciones de vida, de cara a la salvación eterna que esperamos. Nos permite mantenernos fuertes, en paz, en circunstancias en que humanamente nos derrumbaríamos, es lo que el hombre necesita para seguir adelante en los momentos más difíciles.
“Así que la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios” Romanos 10:17.
Tener fe no involucra solamente el decirlo, para lograr metas a través de la fe es necesario demostrarlo, a ojos cerrados que lo que estamos pidiendo en un acto de fe, realmente se nos va a cumplir, es visualizar estas peticiones ya materializadas, sin dudar en un instante de que esto sea posible. La fe aumenta cuando nos oímos decirnos a nosotros mismos que las cosas sucederán porque creemos firmemente en ello.
Pero, ¿Es así de sencillo? La respuesta es “No”. Un acto de fe implica desentrañar de nuestra mente un conjunto de aspectos que de una manera u otra obstaculizan esta acción. El primero de ellos es la MENTE RACIONAL, que no viene a ser otra cosa sino nuestros pensamientos humanos fundamentados en la razón. Es cavilar en aspectos cotidianos, utilizando la lógica por sobre todas las cosas para la toma de decisiones, por lo tanto desvincula de si mismo sus propios sentimientos y conocimientos.
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“Jesús les dijo: por vuestra poca fe; de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible” Mateo 17:20 |
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En este versículo, el apóstol Mateo nos indica que por palabra de Jesucristo, bastaría solo una ínfima cantidad de fe en algo que pidiéramos para que esto se realizara, pero, ¿es posible desvincular el poder de nuestra razón, sobre los sentimientos? ¿Realmente creemos posible que una montaña se mueva de su sitio con tan solo ordenárselo? Si dejamos que nuestro pensamiento racional actúe, de hecho que esto no sucederá, por lo tanto tener fe es desvincularnos de todos nuestros conocimientos físicos y humanos, ya que las manifestaciones de fe son actos “sobrenaturales”.
El segundo obstáculo a la fe es EL TEMOR. Todos estamos atados a nuestros temores, por lo tanto si tenemos temor no tenemos fe, siendo actitudes antagónicas que no pueden mezclarse entre si, tal cual como el agua y el aceite. Este temor viene de la mano con la timidez y la vergüenza, es el miedo manifiesto a enfrentarnos a una prueba, es el sentimiento negativo que siempre nos hará vacilar y dar un paso atrás, siendo el resultado de haber sufrido una perdida o haber atravesado una situación difícil.
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“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos “¡Abba, Padre!” Romanos 8:14,15 |
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Cuando enfrentamos la adversidad, o cometemos un error, el temor nos dice: “fracasaste, no lo intentes mas. No puedo, esto es demasiado para mí”. En tanto la fé siempre nos indica: “en la palabra de Dios todo esta basado en sus promesas, no en tus sentimientos”. Hay que tener en claro que el temor es un sentimiento esclavizador de todo nuestro ser.
El tercer obstáculo es LA DUDA, que es resultado de la unión de todos nuestros temores, la duda nos hace buscar nuestra fé, pero igualmente la obstaculiza. Dudar es cuestionar nuestro pensamiento espiritual y emocional para darle paso a la razon cientifica. No hay que ser incrédulo sino creyente, no siempre hay que ver para creer. Recuerda que la fé es algo sobrenatural, por lo tanto esta sobre la razón.
El ultimo obstáculo para nuestra fé es LA QUEJA, como manifestacion de amargura y falta de agradecimiento. No solo debemos agradecer por las cosas buenas que nos suceden, tambien debemos agradecer a Dios por la situaciones desfavorables a las que somos sometidos, ya que este tipo de pruebas nos fortalecen, y luego de enfrentarnos a ellas obtenemos un aprendizaje, ganamos experiencia para posteriormente salir airosos de ellas, ayudándonos a crecer y seguir avanzando.
“En todo lo que hagáis, evitad quejas” Filipenses 2:14.
La queja contamina al que las realiza como al que las escucha, ya que al quejarnos otorgamos autoridad a las circunstancias por las que nos quejamos, convirtiéndonos en sus víctimas.
Visto esto, debemos poner en practica a diario nuestra fe, eliminando progresivamente estos obstáculos que dificultan su manifestación, recuerden que le fe es tan sencilla, que siempre buscamos adversidades en nuestra mente, muchas veces donde no las hay, para debilitarla. Tan solo significa “confiar”.
Toma el tiempo necesario para leer y entender este mensaje. Si no lo entiendes... vuélvelo a leer, y después de comprenderlo.... ¡SOLO HAZLO!
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