Las 5 etapas del duelo: Broken Heart

in #spanish6 years ago


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Estoy segura que todos hemos pasado por alguna ruptura amorosa (o lo estamos pasando) y lo difícil que fue/es superarla, es científicamente comprobado que es un daño psicológico complejo que nos afecta de múltiples maneras: en los estudios, en el trabajo, en la creatividad, en nuestra concentración...

Una ruptura no es cualquier cosa, una relación de más de dos años, con visión para el futuro, una planificación, una unión familiar, incluso estar comprometidos y que de repente todo estalle en pedazos y no quede nada, es un golpe muy duro.

Yo veo la ruptura como una muerte del ser al que amas, una vez termina contigo y, lo sigues viendo, sientes como si aquella persona a la que tanto amas ha muerto y que en su lugar está un impostor, uno que luce igual pero te trata distinto: ya no es cariñoso, no te hace sentir especial ni te da el mismo trato, es un ogro, alguien que no le importa lastimarte y que “solo quiere salir con otras personas” mientras aún te sientes destrozado.

esa persona murió, el que te amaba ya no está y ya no podrás recuperarlo.

Es lo que me digo muchas veces, porque por más que lo intente, siempre recibiré sus típicas frías palabras: “eso ya terminó y no volverá”

En este post pretendo mostrar las etapas por las que pasamos en aquella pérdida, no deben ser estrictamente en ese orden (cada organismo responde de manera distinta), pero al saber por lo que estamos pasando nos ayudará a entendernos más y buscar las herramientas para poder superarlo.

Aquí les dejo las 5 etapas de duelo que presentamos ante una ruptura:

Como verán, las imágenes están basadas en una serie anime que terminé de ver hace poco (FullMetal Alchemist Brotherhood), amé tanto esa serie que quise colocar las imágenes según algunas escenas de la serie (los que la han visto entenderán 😉).

Negación



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Es negar la realidad de que terminaron, que las cosas ya no serán como antes, que ya no te llamará por teléfono o que te buscará para ir a comer un helado o que estará para ti cuando lo necesites. Esto nos permite amortiguar el golpe y aplazar parte del dolor que nos produce esta situación, como un mecanismo de defensa que nos ayuda a proteger nuestro organismo ante cambios bruscos emocionales.

Es normal pensar que es una mentira y que mañana seguirá todo igual.

Ira



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La rabia y el resentimiento que aparecen en esta etapa son fruto de la frustración que produce saber que se ha producido la ruptura y que no se puede hacer nada para arreglar o revertir la situación. Como había comentado anteriormente, la mayoría de las veces un desamor puede ser irreversible, la persona ya no es capaz (o no lo intenta) de volver a amarte, y eso genera gran impotencia, no importa cuanto le supliques, prometas y cuanto cambies o busques culpables, esa persona se rehúsa y punto, ¿puedes obligarla a amarte de nuevo? No.

Da un profundo dolor darte cuenta que prefiere estar con otra persona cuando eres capaz de dar todo por esa persona, un gran sentimiento de impotencia que se transforma en ira. Sientes como la odias desde las entrañas, pero no hay nada que se pueda hacer y buscar culpables tampoco es una solución.

El hecho de hacerlo todo y no lograr nada frustra. Como una muerte que no tiene solución.

Negociación



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Es pensar como hubiésemos podido evitar el desamor, aquí es donde entra el famoso “hubiese”:

¿Si hubiese sido menos regañona no se hubiese cansado?
¿Si le hubiese regalado más flores no se hubiese desilusionado?

Si yo hubiese, y hubiese y hubiese…

Es como salir de la realidad a una más cómoda, una realidad con solución, en la que puedes recuperar lo que perdiste y salir victorioso.

Pero lamentablemente no existe una máquina del tiempo, por eso viene la siguiente etapa.

Depresión



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Reconoces que el “hubiese” no sirve de nada, que la máquina del tiempo no existe, dejamos de fantasear con realidades paralelas y volvemos al presente con una profunda sensación de vacío. El/ella ya no está.

Caemos en una crisis existencial, no existe solución, el dolor es inevitable, los días siguen pasando y esa persona sigue feliz en su vida como si nada.

En esta etapa los amigos y familiares son indispensables, salir con ellos, dedicarles tiempo, sentir una conexión que nos haga más fuerte para seguir adelante, conversar sobre nuestros sentimientos, desahogarnos. El contacto con otras personas nos ayudará a salir de nuestra burbuja de sufrimiento y nos hará entender que esa persona no lo es todo, tenemos a otras personas importantes por las cuales luchar, y a su vez, ellos por nosotros.

Sea lo que sea, debemos aceptar que esa persona ya no será la misma y que debemos vivir con esa ausencia.

Aceptación



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Es cuando aceptamos el hecho de que ya no está, que seguimos viviendo y que aún hay mucho por hacer en la vida como para quedarse parado. Ya no sientes necesidad de revisar su Facebook o sus estados, ni sus tweets ni quien sigue en Instagram, somo seres liberados de aquellas cadenas y que podemos tomar vuelo hacia la felicidad.

El tiempo es un factor de gran importancia en una ruptura, no dejarás de pensar en esa persona y buscarás otras opciones de un día para el otro. Debemos darnos nuestro tiempo de luto, llorar, gritar, correr, todo lo que sea necesario para descargarnos y soltar todo aquel dolor, porque pesa y mucho, al punto que puede afectar tu día a día en sobremanera, y no podemos dejar que nuestra vida se venga abajo.

Respetar nuestro duelo y no avergonzarnos, aceptar que amamos a la persona y que ella no nos ama es un gran y doloroso paso, necesario para superarlo. Lo recomendable es distraerse, evitar pensamientos sobre esa persona, y mucho menos idealizarla. No fue perfecta en la relación, mucho menos lo será ahora. Incluso hacer una lista de las actitudes que no nos gusta de esa persona nos ayudará a ver sus defectos y dejar nuestra obsesión a un lado.

Cuando nos terminan, nuestra autoestima cae al suelo como un saco de plomo, y eso nos lleva a la tristeza, depresión, al desgano, como si estuviésemos muriendo, pero no podemos permitir que una persona nos haga sentir menos y que nos impida realizar nuestras metas, nosotros nacimos solos, sin esa persona.

Si pude vivir sin ella, podré vivir sin ella.

Como palabras de apoyo, les dejo el siguiente video publicado en TED, en verdad muy bueno, sé que les ayudará mucho.

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Vaneeeeee, acabo de leer tu post, está buenísimo, muy cierto, todas estas etapas están presentes en la ruptura y en el orden que sea, lo más importante es saber que hay que recuperarse al final de todo ello, y no evitar sentir el dolor por orgullo, aceptar los sentimientos como son, pasar el duelo como se debe y saber cuándo parar, porque el dolor es obligatorio, sufrimiento es opcional.

Así es, como dices, "el dolor es obligatorio pero el sufrimiento es opcional", debemos vivir nuestro dolor para después superarlo y no quedar estancados. Gracias por leerme Fran! Me alegro que te haya gustado!! :D