Relato 1 parte - Original
Nunca han tenido la pequeña curiosidad de cómo sería llamar a esas personas que ofrecen sexo por telefono. Bueno, esta noche la suerte me cayó a los pies. Llegué a casa, apretando mi mano cuidando de no perder ese pedacito de cielo que me cayó, cerrando la puerta a toda prisa y dejando las ventana entreabiertas solamente no quería que mis vecinos me viesen. Tome el teléfono de habitación y lo coloqué cerca de la cama.
Vi el papelito y decía:
Mis manos me temblaban, pero marqué, no tardó demasiado cuando escuché una voz profunda: Preciosa, estoy a tus servicios. Tú solo dime cómo y haré que esta sea una noche inolvidable. - Inmediatamente mi ego se subió y me parecía el típico hombre que cree que puede calentar a una mujer solo con sus frases y con su voz ronca. Este juego es para dos.
Gemí un poco antes de contestar con la intención de tentarlo que sonó como un ronroneo - ¿Y qué puedes hacer? Ahora mismo me siento algo tensa… ¿Qué hago? - Al instante escuché en el fondo como se acomodaba y como dejaba salir un suspiro.
Dime lo que traes puesto, y lentamente quitatelo. - Me ví antes de hablar y me fije que me había dejado los tacones, rápidamente los tiré en la habitación y me acomode mejor para quitarme primero la falda - una falda, muy ajustada en mis piernas y cadera, cae lentamente por mis piernas hasta mis tobillos; lentamente bajo mis medias quedando solamente con mi blusa y mi panty, sin sosten…
Detente, así que oficinista… - Por un momento creí escucharle gemir, pero era un poco profundo para el momento. - No estaría mal sentarte sobre tu escritorio, abrir tus piernas y lentamente subir hasta tu panty, rozar mi nariz y sentir tu humedad. Acariciar tus piernas y abrirlas hasta que quedes completamente a mi merced. - no sabía cómo fue, pero mi cuerpo se lleno de adrenalina, surcando una corriente eléctrica por todo mi ser hasta mi vagina provocando un leve gemido saliendo de mis labios. - me gusta como suena eso. Imagina como sería si te acostara, te quitaria esa blusa y tocar tus senos, estrujarlos mientras te rozo con mi pene.
Sentía otra vez esa corriente eléctrica, apretaba mis piernas pero no paraba de sentirla hasta que presione con mi mano y sentí como me humedecía. - bajar mi mano por tu abdomen y sentir tu humedad, sentir como te vas mojando mientras te beso, mientras te pego a mí y meto mis dedos en tu ropa interior.
Pensaba que podía jugar con él pero me dejaba llevar por todo lo que decía, mi voz se perdía y mi mente la seguía. - (Gemí) Tocame más, quita lentamente mi ropa interior, introduce tus dedos rapidamente.- escuché como su voz se agitaba y seguí gimiendo, yo misma lo provocaba ya estaba muy humeda.
Pequeña y estrecha, te lo haré ya mismo. Abrete y gime para mí. - no podía parar, me tocaba y estaba mojada solo podía escucharnos mientras gemiamos pero de un segundo a otro escuche mi puerta ser golpeada bruscamente…
Asustada tranqué y busque algo para cubrirme, cuando conseguí algo temblaba mientras me cubría con lo que, al parecer, era mi chaqueta. Revise la mirilla y vi que era uno de mis vecinos, precisamente el más obstinado de mis vecinos y este no dejaba de golpear la puerta. - ¡Ya, ya! ¿Qué se le ofrece para insistir tanto? - Me asome a penas en la puerta y lo vi con una expresión de fastidio y de extrañez.
Me gustaría recordarle que mi habitación y la suya están cerca, y que además puedo escucharlo todo. - Si antes estaba colorada ahora me dio por ser un tomate, y él solo me veía con narcisismo. - me gustaría seguir escuchandola pero debo trabajar temprano, buenas noches.
Cerre y corrí a mi cama, lo que sentí fue una mezcla de emociones, y la vergüenza que sentí sobrepasó todo.
Muy morboso sin duda lo de tener contactos para sexo telefónico y aunque sea con la misma pareja es algo que se puede probar alguna vez para salir de la montonía de la relación y probas cosas nuevas en pareja.